29 jun 2009

BREVE BIOGRAFÍA DE MANCO INCA

Manco Inca lideró la más grande rebelión contra los conquistadores españoles. Dibujo: Guamán Poma de Ayala

Manco Inca nació en 1515, para unos en Cusco; para otros en Tiahuanaco. Sus padres fueron el emperador Huayna Cápac y la Coya Mama Runtu. Como miembro de la realeza incaica fue educado por grandes amautas en el Yachayhuasi de la capital imperial.

Cuando estalló la guerra entre sus hermanos Huáscar y Atahualpa, Manco Inca se proclamó partidario del primero y regresó de una expedición al Paititi para reforzar sus tropas.

Durante el retorno se enteró del triunfo de los atahualpistas que incluso ya controlaban el Cusco (1532). También le informaron de la cercanía de un ejército huascarista que venía acompañado de algunas decenas de "emisarios del dios Wiracocha", eran los españoles.

Entonces, Manco Inca, con sus tropas, se unió en Jaquijahuana a Francisco Pizarro, y juntos derrotaron al general atahualpista Quisquis en la batalla de Anta. Esto le permitió ingresar al Cusco acompañado de los "divinos" barbudos que lo reconocieron como nuevo Sapa Inca (1533).

Cuando los hispanos saquearon el Cusco y profanaron el Coricancha Manco Inca recién supo la verdad: los barbudos no eran dioses. Pintura: Teófilo Castillo

En 1534, cuando Francisco Pizarro regresaba a Jauja, Manco Inca fue apresado por Juan y Gonzalo Pizarro, quienes lo torturaron para que confiese la ubicación de muchos tesoros escondidos. El estoico monarca resistió el tormento, hasta que a comienzos de 1536, con mucha astucia logró que Hernando Pizarro lo liberara. Le prometió traer una estatua de oro que representaba a Huayna Cápac.

Con la ayuda del Willac Umu, el gran sacerdote del Sol, Manco Inca logró reunir 75 mil guerreros para recuperar el Cusco y destruir Lima. Los españoles hubieran sido aniquilados si no fuera por la ayuda de miles de indios auxiliares huancas, chachapoyas, cañaris, tallanes y huaylas, que no querían la resauración del Imperio Inca.

La guerra de resistencia incaica contra la españoles fue muy sangrienta. Dibujo: Miguel Ángel Yzaguirre

Manco Inca se refugió primero en Ollantaytambo, y en 1538 se estableció con su corte y sus tropas en ciudades incas de las montañas de Vilcabamba, en la selva del Cusco. Desde ahí dirigió varios ataques contra los españoles y sus aliados.

En 1542, dio asilo a un grupo de almagristas derrotados en la batalla de Chupas. Éstos le enseñaron al Inca a montar caballo, usar armadura y manejar el arcabuz, según cuenta el cronista Fernando de Montesinos.

Manco Inca al galope. Dibujo: Willy Zeballos


Sin embargo, en 1544 un confuso incidente durante un juego (herrón para algunos; ajedrez para otros) derivó en una riña que terminó cuando Manco Inca fue apuñalado por Diego Méndez y los demás españoles refugiados. Los asesinos fueron alcanzados por los guardias reales y murieron a lanzadas.

28 jun 2009

BREVE BIOGRAFÍA DE DIEGO DE ALMAGRO

Breve biografía de Diego de Almagro
(Una biografía más corta aquí)

Diego de Almagro nació hacia 1475 en la villa de Almagro, cerca de Ciudad Real, en Castilla La Mancha, España. Sus padres fueron Juan de Montenegro y Elvira Gutiérrez.

Su infancia fue muy difícil. Sufrió muchos maltratos de su tío Hernán Gutiérrez, quien lo explotó hasta los 15 años. Después de fugar trabajó como criado para algunos señores de Sevilla, hasta que en 1514 se embarcó en Sevilla, rumbo al Nuevo Mundo.


Almagro llegó a Santa María de la Antigua, donde conoció a Francisco Pizarro, con quien hizo una amistad que se consolidó viviendo en Panamá desde 1519. En esta ciudad ambos hicieron regular fortuna, hasta que en 1524 lo invirtieron todo fundando la "Compañía del Levante" para la conquista del Perú.

En la Capitulación de Toledo de 1529 no recibió los nombramientos que deseaba, pero aún así mantuvo sociedad con Pizarro. Por estar reclutando soldados en Panamá, Almagro se perdió la captura del Inca Atahualpa en 1532, pero sí estuvo en el saqueo del Cusco en 1534. En este año recibió del Rey la gobernación de Nueva Toledo, y al año siguiente encabezó una expedición que resultó desastrosa por territorios de las actuales Bolivia, Argentina y Chile.


Volviendo al Perú en 1537 se apoderó de la ciudad del Cusco, hecho que desencadenó la "Primera Guerra Civil" entre los conquistadores. Pero en 1538 fue derrotado en la batalla de Las Salinas y estrangulado en el Cusco por Hernando Pizarro.

Antes de morir, Diego de Almagro le heredó sus títulos de Adelantado y Gobernador de Nueva Toledo a su hijo mestizo Diego de Almagro "el Mozo".

27 jun 2009

CARICATURA: BUSCANDO "EL DORADO"

El blogger Cayetano Gea nos dio aviso de esta genial viñeta del maestro Forges publicada hoy en El País de España. Nos hace recordar la trágica expedición de Diego de Almagro en Chile (1535-1537). Ahí se descubrió los "dorados" desiertos de Atacama y Tarapacá.

CÓMO MURIERON LOS HERMANOS DE FRANCISCO PIZARRO

Gonzalo Pizarro fue decapitado cerca del Cusco en 1548. Dibujo: Steve Bartrick.

La muerte de los hermanos de Francisco Pizarro

Como ya vimos, Francisco Pizarro y su hermano materno Martín de Alcántara murieron juntos, atacados por los almagristas en 1541. Ahora veamos qué fue de sus ambiciosos y crueles hermanos paternos, quienes también participaron en la conquista del Perú:

El primero en morir fue Juan Pizarro. Fue en 1536, durante la rebelión de Manco Inca. Una pedrada en la cabeza lo derribó en la batalla de Sacsayhuamán. Agonizó varios días. Tenía 25 años.

El siguiente fue Gonzalo Pizarro. Se sublevó en 1544 contra las "Leyes Nuevas" que perjudicaban a los conquistadores, arrebatándoles sus encomiendas. Después de vencer en Iñaquito (1546) y Huarina (1547), fue derrotado y capturado en Jaquijahuana (1548). En este lugar le cercenaron la cabeza por orden del pacificador Pedro de La Gasca. Tenía 42 años.

El último fue Hernando Pizarro. Regresó a España después de la primera guerra civil contra los almagristas. De 1540 a 1560 sufrió cárcel por haber ejecutado a Diego de Almagro "el Viejo". Luego disfrutó de muchas rentas y privilegios, hasta que falleció anciano en 1578. Tenía cerca de 80 años.

26 jun 2009

LOS ÚLTIMOS MOMENTOS DE FRANCISCO PIZARRO

Francisco Pizarro González murió el 26 de junio de 1541, a la edad de 62 años. Pintura de Ramón Muñiz en el Museo de Arte de Lima.

Uno de los mejores biógrafos de Francisco Pizarro fue el historiador peruano José Antonio del Busto. De su obra Francisco Pizarro. El Marqués Gobernador tomamos un párrafo con lo últimos segundos de vida del conquistador después de ser estocado en la garganta por los almagristas, un día como hoy, hace 468 años:

"Pizarro, caído sobre el brazo izquierdo, tenía el codo lastimado; sus ropas estaban manchadas de sangre, ésta le manaba a borbotones. El viejo león, "sin mostrar flaqueza ni falta de animo" trató de levantarse para seguir luchando. El Marqués, todavía consciente, se desplomó sobre el piso ensangrentado. Sintiendo las ansias de la muerte, se llevó la mano diestra a la garganta y mojando sus dedos en la sangre hizo la cruz con ellos, luego balbuceó el nombre de Cristo y pretendió darle un beso a la cruz ... Entonces uno de los de Chile quiso ultimarlo y, tomando un cántaro de Guadalajara, se lo quebró en el rostro. El Marqués se desplomó pesadamente quedando quieto en el suelo."

El Gobernador murió en su casa de Lima, actual Palacio de Gobierno del Perú. Dibujo: Suárez del Árbol.

LA MUERTE DE FRANCISCO PIZARRO

En 1541 los amigos de Almagro asesinaron a Pizarro.  Dibujo: Suárez del Árbol.

La muerte de Francisco Pizarro

Desde 1538 los almagristas, llamados también "los de Chile", sufrían la pobreza, y eran despreciados por los pizarristas. Muchos de ellos habían jurado vengarse, pero solo un grupo encabezado por Juan de Rada lo venían preparando todo desde comienzos de 1541.
Vivían en un solar del centro de Lima, al costado de la Catedral, y sus objetivos eran claros: asesinar a Francisco Pizarro y encumbrar a Diego de Almagro "El Mozo".

El Gobernador fue alertado por varias amistades, pero creía que eran chismes sin fundamento, y no quería encarcelar a los sospechosos.

El domingo 26 de junio de 1541, mientras Francisco Pizarro se alistaba para el almuerzo al mediodía, reunido con una veintena de invitados, en el segundo piso de su casa. De pronto un criado dio la voz de alarma. Habían ingresado los almagristas al primer nivel y gritaban preguntando "¡Dónde está el tirano!"


El viejo conquistador se asomó por la escalera y confirmó el peligro, al regresar al comedor vio que casi todos sus invitados habían fugado por las ventanas. Solo se quedaron su hermano Martín de Alcántara, su amigo Gómez de Luna y sus pajes Tordoya y Várgas.

Los de Chile llegaron donde los 5 valientes que los esperaban con espadas en mano. Se entabló un desigual combate, donde fueron cayendo los defensores de Pizarro. Sólo quedó el viejo conquistador que se batió con bravura, hasta que una estocada le atravesó la garganta. Cuando aún respiraba en el piso, un almagrista levantó un pesado jarrón y se lo arrojó a la cabeza. Los asesinos salieron gritando: "¡Viva el Rey, muerto está el tirano!".

Murió Francisco Pizarro, pero la sangre de los conquistadores y sus hijos seguirá derramándose por muchos años más, como una ofrenda española a las ricas tierras del Perú. Continúa aquí >>

25 jun 2009

LA MUERTE DE DIEGO DE ALMAGRO

Diego de Almagro.
La muerte de Diego de Almagro

Aquel sangriento 6 de abril de 1538 los vencedores pizarristas recuperaron el Cusco y masacraron a los almagristas que fueron encontrados. Los degollaron y ahorcaron sin compasión. Los que lograron escapar quedaron en la miseria, pues los pizarristas se repartieron todos sus bienes.

Diego de Almagro fue encerrado en una celda muy oscura. Después de algunos días mandó llamar a Hernando Pizarro, quien le dijo que pronto llegaría el Gobernador (Francisco Pizarro). Esto tranquilizó al abatido prisionero pues estaba seguro de que su viejo compañero era incapaz de matarlo.

Pero Hernando Pizarro había decidido ejecutarlo antes de que llegue su hermano. Reunió muchos testigos para condenarlo. Almagro fue sentenciado por tomar el Cusco por la fuerza, haber atacado al capitán Alonso de Alvarado en el puente de Abancay, quebrantar treguas, faltar a los juramentos y pactar con Manco Inca para destruir a los españoles pizarristas.


Al enterarse de su condena, Diego de Almagro suplicó mucho por su vida, pero el 8 de julio de 1538 un verdugo entró a su celda y lo estranguló. Su cadaver fue llevado a la Plaza de Armas del Cusco donde le cercenaron la cabeza para exhibirlo en una picota. Algunos criados indígenas rescataron el cuerpo, con la ayuda de algunos frailes también recuperaron la testa, y lo enterraron en la Iglesia de La Merced.

Nuevamente los pizarristas eran los dueños del Perú. Pero Diego de Almagro había dejado muchos amigos que juraron vengarlo y llevar al poder a su hijo, el mestizo Diego de Almagro "El Mozo". Esto solo era posible mandando al sepulcro a Francisco Pizarro. Continúa aquí >>

24 jun 2009

LA BATALLA DE LAS SALINAS

Diego de Almagro provocó una sanguinaria guerra por el control del Cusco. Dibujo: Michael Cheritto

La batalla de las Salinas

Diego de Almagro y "los de Chile" tomaron el Cusco violentamente la noche del 8 de abril de 1537. Entre sus principales rivales capturados estaba Hernando Pizarro. Según los almagristas la Ciudad Imperial quedaba dentro de los límites de Nueva Toledo y solo estaban tomando lo que les pertenece.

Por medio de algunos plenipotenciarios se logró que Francisco Pizarro y Diego de Almagro nombren como arbitro al mercedario Francisco de Bobadilla, el mismo que al estudiar el caso dio su veredicto a favor de los pizarristas. Almagro rechazó el fallo y en una nueva negociación logró que Francisco Pizarro le ceda el Cusco hasta que el Emperador Carlos V decida a quien de los dos le corresponde. Pero cometió un grave error: dejó en libertad a Hernando Pizarro.

Apenas liberado, el rencoroso Hernando Pizarro convenció a su hermano para que le permita dirigir un poderoso ejército con el cual pueda recuperar el Cusco. Entonces los pizarristas emprendieron la veloz marcha hasta que se encontraron con el ejército almagrista en Cachipampa, a media legua de la preciada ciudad.

El sábado 6 de abril de 1538 ambas fuerzas se enfrentaron encarnizadamente en el campo de Las Salinas. Diego de Almagro no pudo combatir por estar enfermo; le encargó su ejército al Mariscal Rodrigo de Orgóñez, enemigo mortal de Hernando Pizarro. El choque fue tan cruento y sanguinario que parecían odiarse desde siempre. Las posiciones estaban parejas hasta que un capitán almagrista llamado Francisco Hurtado y su batallón se pasaron al bando pizarrista con el pretexto de acogerse al verdadero bando del Rey. Poco después, Orgóñez cayó prisionero y fue degollado. Los de Chile, desmoralizados, emprendieron la retirada.

Diego de Almagro, que había visto la batalla desde un cerro cercano, fugó rumbo al Cusco, donde el mismo día fue capturado y encarcelado. El viejo y enfermo conquistador estaba muy deprimido y, lo peor de todo, en manos de su más feroz enemigo: Hernando Pizarro. 

23 jun 2009

LA EXPEDICIÓN DE DIEGO DE ALMAGRO A CHILE

Diego de Almagro creía que en Chile había muchas riquezas. Dibujo: Karla Díaz

La expedición de Diego de Almagro a Chile

El 3 de julio de 1535, soñando con descubrir un "segundo Cusco" en Nueva Toledo, Diego de Almagro partió del Cusco junto a 500 españoles y cerca de 10 mil auxiliares indígenas.

Siguió la ruta del Collao y llegó hasta cerca de Salta (actual Argentina). En el camino no encontró ninguna ciudad importante ni tesoros fabulosos. Por el contrario, los sufrimientos fueron aumentando, sobre todo por la creciente deserción de los indios yanaconas.

Las penalidades fueron espantosas durante el cruce de la Cordillera de los Andes rumbo a Chile. El cansancio y el frío mataron a gran parte de los porteadores, y no pocos españoles perdieron los dedos congelados. Muchos de éstos también murieron.

Los expedicionarios llegaron a Chile por el valle de Copiapó. Recorriendo este país enfrentaron muchos ataques de los nativos, especialmente de los indomables mapuches. Decepcionado del territorio y hartado de tantas penurias, Almagro ordenó el retorno.

El regreso también fue de pesadilla, ya que atravesaron los candentes desiertos de Atacama y Tarapacá. Fueron interminables días de hambre y mucha sed, soportando, además, frecuentes ataques de los lugareños.

Por fín llegaron a Arequipa en febrero de 1537 y tomaron un descanso. Diego de Almagro y sus hombres estaban inflamados de odio y deseos de venganza. Habían sido engañados. Fueron enviados a padecer un infierno, mientras los Pizarro disfrutaban de las fabulosas riquezas del Perú. Pero ya estaba cerca el Cusco, la maravillosa capital de los Incas, y pronto estará en manos de "los de Chile". Continúa aquí

22 jun 2009

ANTECEDENTES DE LA GUERRA ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO: LA CAPITULACIÓN DE TOLEDO

Francisco Pizarro ante el emperador Carlos V, poco antes de la firma de la Capitulación de Toledo. Dibujo: Suárez de Árbol.

Antecedente de la Guerra entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro

La Capitulación de Toledo (1529) originó el profundo resentimiento de Diego de Almagro hacia Francisco Pizarro. Una amistad que parecía muy solida comenzó a resquebrajarse.

Pizarro había obtenido grandes títulos (Adelantado, Gobernador, Alguacil y Capitán General de Nueva Castilla) y un sueldo anual de 700000 maravedíes. Para Almagro solo consiguió los cargos de Alcalde de Tumbes y Capitán Mayor, con un sueldo mucho menor al suyo.

Diego de Almagro estuvo a punto de retirarse de la "Empresa del Levante" en 1530, pero las súplicas de Hernando de Luque y las promesas de Francisco Pizarro le hicieron desistir. Se quedaba, pero con la condición de que se le gestione su propio Adelantamiento y Gobernación.

En 1534, cuando los conquistadores ya estaban en el Cusco, la Corona española hizo la rectificación de la Capitulación de Toledo. Diego de Almagro fue nombrado Adelantado y Gobernador de Nueva Toledo, el vasto territorio meridional del Tahuantinsuyo. Entonces, muy entusiasmado, preparó su expedición conquistadora. Recorrerá regiones de la actual Bolivia, Argentina y Chile, y regresará al Cusco con la decepción y furia más grande de su vida. Continúa aquí >>

21 jun 2009

DIBUJO DE FRANCISCO PIZARRO

Francisco Pizarro González (1476-1541).
Dibujo: Suárez del Árbol

Esta semana conmemoramos la muerte de Francisco Pizarro, asesinado por los almagristas el 26 de junio de 1541. Por coincidencia, en las academias venimos estudiando la invasión española al Tahuantinsuyo y las guerras civiles entre los conquistadores. Por tales motivos, en estos días encontrarás en este blog muchas entradas sobre estos importantes e interesantes temas.

BREVE BIOGRAFÍA DE FRANCISCO PIZARRO

Breve biografía de Francisco Pizarro
(Un resumen corto aquí)

Francisco Pizarro González nació en 1476, en Trujillo de Extremadura, España. Sus padres fueron el hidalgo Gonzalo Pizarro, apodado "El Largo", y la campesina Francisca González. Su infancia la transcurrió en condiciones de pobreza, trabajando desde muy pequeño, y sin seguir estudios. En su juventud se incorporó como soldado de las tropas españolas que combatían en Italia.

En 1502, llegó a América como paje del gobernador Nicolás de Obando. En 1509, acompañó a don Alonso de Ojeda en la conquista de Nueva Andalucía, en la actual Colombia. Y como lugarteniente de Vasco Núñez de Balboa estuvo en el descubrimiento del Oceano Pacífico, en 1513.

Se afincó en Panamá en 1519, y en esa ciudad alcanzó prosperidad por las rentas de su encomienda y un lucrativo negocio ganadero. En 1524, se asoció a Diego de Almagro, Hernando de Luque, Gaspar de Espinoza y Pedro Arias Dávila para formar la "Empresa del Levante" y conquistar las ricas tierras del Perú.


Despúes de dos viajes exploradores, Pizarro regresó a España y en 1529 firmó con la Corona la Capitulación de Toledo, donde es nombrado Adelantado, Gobernador, Alguacil y Capitán General de Nueva Castilla.

Después de fundar la ciudad de Piura, marchó a Cajamarca donde dirigió la captura del Inca Atahualpa (16-11-1532). Después de estrangularlo marchó al Cusco, cuyo saqueo autorizó en 1534. Un año más tarde fundó Lima, ciudad donde vivió hasta el 26 de junio de 1541. En esta fecha fue asesinado por un grupo de partidarios de Diego de Almagro "el Mozo".

Francisco Pizarro González, conocido mundialmente como el "Conquistador del Perú", dejó una hija mestiza llamada Francisca Pizarro Yupanqui, la misma que heredó sus bienes y murió en España.

19 jun 2009

EL MOVIMIENTO TAKI ONQOY

La Danza de Tijeras se originó con el movimiento Taki Onqoy.
Foto: Perú Viajero.

El movimiento Taki Onkoy

El Taki Onqoy fue un movimiento indígena de carácter religioso y político que invocó a los wakas o dioses andinos para derrotar al Dios de los cristianos y expulsar a los invasores españoles del siglo XVI. Su líder principal fue el sacerdote andino Juan Choqne, su núcleo fue la región de Ayacucho y se propagó por buena parte de los Andes Centrales.

Taki Onqoy se traduce como "el canto que enferma". Sus seguidores cantaban y danzaban para sus wakas o dioses ancestrales, los que vencerían al Dios de los españoles y ayudarían a los indígenas para restaurar el orden anterior a la conquista.

Los primeros españoles en denunciar este movimiento fueron los sacerdotes Luis de Olivera y Cristóbal de Albornoz, en 1564, durante el gobierno de Lope García de Castro. Algunos estudiosos creen que los takionqoys tenían contactos con Titu Cusi Yupanqui, que reinaba en las montañas de Vilcabamaba.

Las autoridades coloniales organizaron las campañas de "extirpación de idolatrías", por la cual muchos sacerdotes católicos recorrieron los Andes destruyendo los ídolos indígenas y castigando a los indígenas descubiertos en ritos no cristianos. Algunos seguidores del Taki Onqoy resistieron subrepticiamente y hoy su tradición es continuada por muchos "danzaq" o danzantes de tijeras.

DIBUJO: JOSÉ OLAYA BALANDRA

Del maestro de la ilustración Dionisio Torres, tenemos aquí un gráfico con el mártir José Olaya Balandra capturado e interrogado por los españoles en 1823. Fue publicado por primera vez en el suplemento "Estudiante" del diario Ojo, en 1988.

18 jun 2009

LA LEYENDA DE LOS PURURAUCAS

Guerrero pururaucaDibujo: Diego Rondón/Grupo Chasca.

La leyenda de los Pururaucas

Era 1438. El temible ejército de los chancas, liderado por su rey Astoy Huaraca, estaba listo para invadir el Cusco y destruir a los incas. Eran 50 mil guerreros que tenían fama de sanguinarios e invencibles. Jamás habían sido derrotados. Lo peor de todo era que el anciano Sapa Inca Huiracocha y su hijo, el príncipe Urco, habían escapado sin organizar la defensa.

En ese momento tan dificil para los cusqueños surge la figura del joven príncipe Cusi Yupanqui, quien se dirigió al pueblo pidiendo que no huyan, que se queden para defender sus tierras, que luchen por el Cusco.

Cuando los chancas iniciaron el terrible ataque, Cusi Yupanqui lideró la heróica resistencia con no más de 10 mil valientes. Las faldas de los cerros cusqueños se tiñeron de sangre con varias horas de feroz combate, hasta que los incas empezaron a retroceder.

Cuando ya parecía todo perdido, ocurrió un milagro. De pronto miles de piedras del Cusco y los cerros cercanos comenzaron a tomar formas humanas para incorporarse a la batalla. Fue el dios Wiracocha quien se apiadó de su pueblo y transformó las rocas en poderosos guerreros que comenzaron a aniquilar a los enemigos. Los chancas no lo podían creer, por primera vez su rey Astoy Huaraca ordenó la retirada.

El Cusco se había salvado. Poco después el príncipe Cusi Yupanqui fue proclamado como nuevo Sapa Inca con el nombre de Pachacútec. Los míticos guerreros, al ver cumplida su misión, volvieron a ser piedras; muchas de ellas fueron llevadas a los principales templos para ser veneradas como huacas. Hasta hoy los cusqueños los recuerdan como los sagrados "pururaucas", los guerreros invencibles que volverán cuando el pueblo los necesite.

15 jun 2009

"EL CÓNDOR PASA" CON ZAMPOÑA, CHARANGO Y VIOLÍN

El cóndor cruza la Cordillera de los Andes. Foto: Martintoy

Hoy 15 de junio se celebra el Día de la Canción Andina, instaurado por el gobierno de Alejandro Toledo en el 2006. Les invito a celebrarlo viendo a dos talentos peruanos que interpretan "El Cóndor Pasa", la genial composición del huanuqueño Daniel Alomía Robles.




ALAN, LOS COBRIZOS Y LOS NATIVOS

Alan García, el "presidente de todos los peruanos", hace pocos meses declaró contundente: "me gustan los hombres de color cobrizo que son los verdaderos peruanos y pueden luchar por la justicia social". Pero hace algunos días manifestó furibundo que los nativos amazónicos "no son ciudadanos de primera clase". Habrá que recordarle que los mandatarios demagogos, autoritarios y soberbios pueden eludir Palacio de Justicia, pero de todas formas serán juzgados con rigor por el Tribunal de la Historia.

RETRATO DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

Juan Santos Atahualpa en una pintura conservada por el Centro de Estudios Histórico Militares.

En una obra del historiador José Antonio del Busto -Conquista y Virreinato- encontré la imagen y la descripción de Juan Santos Atahualpa, el mesiánico líder de la rebelión selvática que convulsionó la Amazonía peruana entre 1742 y 1756:

En Simaqui, por junio de 1742, lo entrevistó el franciscano Santiago Vásquez de Caicedo. Este constató que Juan Santos era cristiano, que sabía latín, que pretendía a todo el Perú y quería que así lo entendiera el virrey, que entonces era José Antonio de Mendoza Camaño y Sotomayor, marqués de Villagarcía. El fraile lo retrató bastante bien. Lo vio alto, de piel tostada, añadiendo: "el dicho indio es querido, tiene algún vello en los brazos, tiene muy poco bozo, luce bien rapado ... es de buena cara; color pálido amestizado; pelo cortado por la frente hasta las cejas, y lo demás desde la quijada alrededor coleteado", entiéndase, recogido en un coleta, la trencilla dieciochesca.

14 jun 2009

EL FUSILAMIENTO DE JOSÉ OLAYA

José Olaya prefirió la muerte antes que delatar a los patriotas.
Dibujo: Antonio Torres

José Olaya Balandra es uno de los héroes de la independencia más recordados del Perú. Su condición de sencillo trabajador que sacrifica su vida por salvar a otros patriotas lo hace muy querido por el pueblo, que además celebra su legendaria hazaña de "nadar desde Magdalena hasta el Callao sin descanso". Cada 29 de junio, sus paisanos de Chorrillos, al sur de Lima, reaniman su fervor patriótico rindiendo diversos homenajes al valiente pescador.

LEYENDAS AMAZÓNICAS SOBRE JUAN SANTOS ATAHUALPA

Curacas yaneshas en un congreso tribal del año 2008. Foto: Banana Travels

Como lo había anunciado ayer, aquí tenemos la continuación del interesante reportaje a la comunidad Yanesha de la selva central sobre sus tradiciones en torno a Juan Santos Atahualpa, caudillo que lideró a sus ancestros en la guerra contra los españoles, durante los gobiernos de los virreyes Villagarcía y Superunda (1742-1756).

En esta parte los ancianos yaneshas relatan algunas leyendas casi desconocidas en Occidente. Por ejemplo, la del negro Yenanem y del hechicero Shellmen. También se refieren a la Biblia y a la ausencia de Santos en sus páginas.




Traducción:


Querían matar a Santo pero él prendió fuego en la montaña y se convirtió en piedra. Entonces ellos enviaron un hombre negro llamado Yenanem para matar a Santo con una escopeta, su hija lo acompañó. Y cuando Santo convirtió a Yenanem en piedra, su hija se quedó sentada ahí. Con mucha tristeza en su voz, cantó a su padre. Ella cantó y nuestros antepasados contestaron (la anciana canta en lengua yanesha). Es lo que nuestros antepasados dijeron.

Nuestro Padre Santo enseñó a nuestros antepasados como luchar contra los españoles, él les enseñó cómo lanzar la boleadora para matarlos. Ellos practicaron el lanzamiento. Ellos dicen que un día Santo aceptó el desafío de Shellmen, un gran hechicero. Shellmen arrojó un hueso de rodilla de toro envuelto en hojas de la mágicas de su boleadora. El hueso golpeó a Santo en su corazón, pero no lo mató. Entonces, Santo se levantó y mató a Shellmen. Esa es la historia de Santo y Shellmen.

Mi padre me dijo que cuando la gente visitó a nuestro Padre Santo todos los hombres y mujeres empezaron a cantar y bailar antes de llegar a su templo. Cuando ellos se acercaron, todos se arrodillaron en su honor. Nuestro Padre Santo nos enseñó muchas cosas buenas.

En aquel tiempo, nuestros antepasados vivieron en una situación muy difícil y terrible, pero nuestro Padre Santo transformó todo en la paz y la tranquilidad.

Hace mucho, cuando nuestros antepasados sufrieron en manos de los españoles, nuestro Abuelo nos compadeció y envió a su hijo para enseñarnos a tener buenos pensamientos y vivir en paz. Lamentablemente, nosotros no sabíamos seguir su consejo.

Esto es la verdad, nuestros antepasados no conocían la escritura entonces, ¿cómo podrían ellos hacer conocido las enseñanzas de nuestro Padre Santo? Déjeme decir esto: hoy todos sabemos leer la Biblia, así conocemos a nuestro Padre Jesús, que existió y es inmortal. Pero la Biblia no cuenta como nuestro Padre Santo vino al centro de la tierra, aquí en Metraro. La Biblia no cuenta sobre Nuestro Padre Partshesa tampoco, pero sabemos que ellos vinieron aquí también y continúan protegiéndonos. Sí, aún hoy.

EL SACRIFICIO DE JOSÉ OLAYA

Mártir patriota José Olaya (1782-1823). Dibujo: Antonio Torres.

José Olaya Balandra era un humilde pescador chorrillano, cuando en 1823 se ofreció a servir como mensajero de los patriotas de Lima y los refugiados en la fortaleza del Callao. Lamentablemente, los españoles lo descubrieron y capturaron. El general Ramón Rodil ordenó torturarlo para que delate a los criollos independentistas que actuaban como espías, pero Olaya mantuvo silencio. El 29 de junio del mismo año fue fusilado frente al palacio de los virreyes.


13 jun 2009

PARA LOS QUE IMPONEN "ORDEN Y PROGRESO"

Humor gráfico: Langer, en la revista "Somos" del diario El Comercio.

"El bien mismo deja de serlo si se establece y se funda contra el voto y opinión del público ... Mejorar al pueblo contra su voluntad ha sido siempre el engañoso pretexto de la tiranía."

José Baquíjano y Carrillo, 1781.

JUAN SANTOS ATAHUALPA SEGÚN LOS NATIVOS YANESHAS

Nativo yanesha en Pachitea, provincia de Oxapampa. Foto: Sumaq Perú

Siempre quise saber cómo se cuenta la historia de Juan Santos Atahualpa en las tradiciones orales de la selva central, y hace algunos días tuve la suerte de encontrar un reportaje al pueblo Yanesha de la provincia de Oxapampa, en la región Pasco. Con al ayuda del Traductor Google vengo confirmando que Juan Santos Atahualpa fue divinizado por los nativos, que aún hoy esperan su retorno. Lo llaman Yompor Santo (Padre Santo) y es el "Inkarri" de varios pueblos amazónicos: el Inca que sigue vivo y un día no muy lejano volverá.

PADRE SANTO: UN ANTEPASADO YANESHA



Traducción:

"Esta es la historia de nuestro Padre Santo.

Nuestro Padre Santo es el nieto de nuestro abuelo Yos. Su madre era nuestra madre Santosapuecoya. Santos nos organizó contra los abusos de los españoles. También nos enseñó cómo vivir juntos, en paz entre nosotros. Él no murió ni fue enterrado; volvió directamente a la casa de nuestro abuelo. En cualquier momento va a volver de nuevo a nuestra tierra.

Tenía su santo templo construido en el Monte Liñero, muy cerca de Metraro. Fuimos a este lugar para rendirle homenaje. Cuando Santos llegó a Metraro, el centro del corazón, ahí construyó su templo, que era muy grande, con una enorme columna central esculpida de un árbol llevado de Eñenaso.

Nuestro Padre Santo puso la vida en orden con la ayuda de un tribunal de cuatro ministros. Había una gran cruz rodeada de flores. En la segunda plataforma estaba la casa de las mujeres y la casa de los hombres, y una casa donde los visitantes dejaban sus ofrendas.

Aquí estamos ahora, en el mismo lugar donde el nuestro Padre Santo tenía su templo.

Cuando llegó aquí nuestro Padre Santo, los españoles ponían en peligro a nuestros antepasados. Sí, los españoles tomaron la tierra del frente, y pusieron vallas para que no pueda cruzar, querían disparar a nuestro Padre, y por ese motivo que los convirtió en piedras.

¿Desde dónde llegó Nuestro Padre Santo?

Bajó de los cielos. Nuestro abuelo Yos lo envió para expulsar a los españoles, ya que abusaban y mataban al pueblo Yanesha.

Cuando llegó, ¿adonde fue y dónde descansó?

Él vino a través del monte Asentapen, y descansó allí. Me dijeron que dejó maíz tostado para comer."

Mañana domingo postearé la traducción de la segunda parte. Continúa aquí >>

9 jun 2009

LA MUERTE DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

La muerte de Juan Santos Atahualpa

En 1752, Juan Santos Atahualpa avanzó rumbo a Jauja y logró tomar Andamarca, pero no logró que los curacas serranos se sumen a la rebelión. Alertado de la cercanía de nuevas tropas coloniales se replegó hacia sus bastiones en el Gran Pajonal. El Inca optó por mantenerse a la defensiva mientras alistaba una nueva incursión a la sierra central.

Pero en 1756 el general Pablo Sáenz Bustamante, a la cabeza de buen número de tropas, logró llegar hasta Quimiri sin recibir ningún ataque de los nativos. Esto hizo suponer a los españoles que Juan Santos Atahualpa había muerto. En los años siguientes los frailes franciscanos recogieron la versión que señala que “lo habían muerto los suyos”, y que su cuerpo desapareció “echando humos”. Sin embargo, en la década de 1770 algunas autoridades españolas todavía creían que el Inca seguía con vida en algún rincón de la Amazonía. Muchos nativos, sobre todo los ashaninkas y conibos, mantuvieron la esperanza en su retorno. Para ellos el "Inca selvático" se convirtió en sinónimo de justicia y libertad. Continúa aquí >>

BIBLIOGRAFÍA:
- FISHER, John. El Perú borbónico 1750-1824.
- MACERA, Pablo. Historia del Perú 2: La colonia.
- TAURO DEL PINO. Enciclopedia ilustrada del Perú, tomo 15.
- VEGA, Juan José. Historia General del Ejército Peruano, tomo III, volumen I.


8 jun 2009

LA GUERRA DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

Después de la batalla del río de la Sal (Perené), el 17 de setiembre de 1742, fueron ejecutados tres frailes franciscanos. Mural del Convento de Ocopa. Foto: psolorzano_torres, de Flickr.

La Guerra de Juan Santos Atahualpa


Prometiendo “componer su reino” y coronarse en Lima, Juan Santos Atahualpa arengó a sus guerreros reunidos en Quisopango (cerca de Chanchamayo) procedentes de todo el Gran Pajonal (región Junín) y la Pampa de Sacramento (región Ucayali).

En Lima el virrey Marqués de Villagarcía, al enterarse del levantamiento, ordenó que los gobernadores Pedro Milla y Benito Troncoso – de Tarma y Jauja, respectivamente- incursionen en la selva para reprimir a los rebeldes y capturar a su líder.

A fines de 1742, después de sangrientos combates, Troncoso logró tomar Quisopango, para luego retornar velozmente a Jauja, siempre asediado por los guerrilleros rebeldes. Juan Santos reagrupó sus fuerzas y en los siguientes años destruyó todas las fortificaciones coloniales de la selva central, especialmente las de Chanchamayo y Quimiri (La Merced).

Ante el fracaso del virrey Villagarcía, la corona española lo destituye en 1745; en su reemplazó llega a Lima el general José Antonio Manso de Velasco, futuro Conde de Superunda. Además, alarmado por las noticias, el rey Felipe V envió cartas a los gobernadores de las colonias americanas para estar alerta y de ser necesario enviar socorro al Virreinato del Perú.

El virrey Manso de Velasco envió a la zona rebelde poderosas fuerzas al mando del general José Llamas, quien fracasó rotundamente en su primera incursión en la selva central, en 1746. Tardaría cuatro años en intentarlo nuevamente, y tampoco lograría nada. El virrey ordenó fortificar los pueblos cristianos cerca de la frontera para defenderlas de las avanzadas rebeldes.

Mientras tanto el Inca organizó un gobierno en el territorio liberado, entre los ríos Perené, Ene y Ucayali. También preparó sus fuerzas para acometer sobre Tarma y Jauja, pasos previos rumbo a la toma de Lima, la capital del Perú. Continúa aquí >>


7 jun 2009

EL INICIO DE LA REBELIÓN DE JUAN SANTOS ATAHUALPA

El 2 de junio de 1742 Juan Santos Atahualpa concedió una entrevista al fraile Santiago Vásquez Caicedo y le explicó los motivos de la rebelión. Mural del Convento de Ocopa. Foto: Silvi@, de Flickr.

Inicio de la Rebelión de Juan Santos Atahualpa
Texto: Arturo Gómez

En 1742 estalló la más grande rebelión de nativos amazónicos de la etapa colonial. Su líder fue Juan Santos Atahualpa, un mestizo descendiente de la nobleza incaica, educado por los jesuitas.

Al regresar de un viaje a Europa y Africa, Juan Santos proyectó la independencia del Perú, soñando con expulsar a los españoles y restaurar el Tahuantinsuyo, pero integrando a los negros y mestizos.

Creyó conveniente iniciar el levantamiento en la región del Gran Pajonal (selva central) donde los nativos ashaninkas y conibos estaban hartos de la opresión española, la que se iniciaba con los misioneros franciscanos y se extendía con la llegada de autoridades y militares desde Lima. Los indígenas que recibían el bautizo cristiano eran "civilizados" en aldeas tipo reducciones, sometidos a trabajos forzados en haciendas, obrajes y panaderías.

Juan Santos Atahualpa hizo alianza con importantes curacas de la cuenca del río Perené y logró el apoyo de muchas comunidades nativas que enviaron sus guerreros a Quisopango, donde el líder inca estableció su cuartel. Entre sus principales aliados estuvieron los jefes ashaninkas Mateo Assia y Mateo Santabangori, y el curaca Siabar de los conibos. Otros grupos étnicos que se unieron a la lucha fueron los shipibos, piros y shiriminques. También tuvo seguidores negros, fugados de las haciendas y panaderías; entre estos destaca Antonio Gatica, uno de los lugartenientes del inca. Continúa aquí >>


7 DE JUNIO DE 1880: BATALLA DE ARICA

Batalla de Arica. Dibujo: Ildefonso Paredes

7 de junio de 1880: La batalla de Arica

Antecedentes

La Guerra entre Perú y Chile estalló el 5 de abril de 1879. El combate de Angamos del 8 de octubre de 1879 le otorgó a Chile el predominio naval en el Pacífico Sur. El 2 de noviembre de 1879 los chilenos iniciaron la invasión terrestre al departamento peruano de Tarapacá. El 26 de mayo de 1880 derrotaron  al ejército peruano-boliviano en la batalla del Alto de la Alianza y tomaron la ciudad de Tacna.

Poco después los invasores rodearon Arica, bastión peruano que estaba al mando del coronel Francisco Bolognesi Cervantes. Los chilenos sumaban cerca de 6000 hombres; los peruanos menos de 2000. Los sitiadores intentaron obtener la rendición de los peruanos, pero Bolognesi, respaldado por sus quince oficiales, respondió que pelearía “hasta quemar el último cartucho”.

La batalla de Arica

El día 7 de junio de 1880, a las 5 y 30 de la mañana se inició el asalto del morro de Arica donde estaban atrincherados los peruanos. El regimiento chileno Tercero de Línea atacó primero el fuerte Ciudadela, produciéndose un sanguinario choque, donde murieron todos los peruanos, entre ellos el coronel Justo Arias Aragüez.

Mientras tanto, el Cuarto de Línea atacó el fuerte Este, matando a muchos peruanos, entre ellos Joaquín Inclán y Ricardo O'Donovan. Después de una heróica resistencia en el Cerro Gordo y el sector norte, los sobrevivientes de todos los frentes se replegaron hacia la cima del morro. Aquí murieron peleando los bravos Ramón Zavala, Guillermo Moore, Alfonso Ugarte y Francisco Bolognesi. Finalmente, el Cuarto de Línea tomó el morro e izó la bandera chilena.

Desde aquel día Arica pasó a poder chileno, lo que quedó legalizado con la firma de los tratados de 1883 y 1929.

5 jun 2009

LA BATALLA DE ARICA SEGÚN LOS CHILENOS

Francisco Bolognesi y 1600 peruanos defendieron Arica el 7 de junio de 1880. Dibujo: Ildefonso Paredes

En Chile la recuerdan como el "Asalto y toma del morro de Arica", y cada 7 de junio celebran el "Día de las Glorias de la Infantería". Con estos vídeos conocerás cómo cuentan los chilenos la batalla de Arica (1880). Aquí murieron Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte y otros bravos defensores de nuestra Patria.



2 jun 2009

COMBATE NAVAL DE IQUIQUE Y MUERTE DE ARTURO PRAT

Las fuerzas peruanas atacaron por mar y tierra a la "Esmeralda" que bloqueaba el puerto de Iquique. Foto: Faroportales, de Flickr.

El domingo 31 de mayo se emitió la segunda y última parte de la serie "Héroes, la gloria tiene su precio", dedicada a la vida del marino Arturo Prat, el máximo héroe de la historia de Chile. Aquí podemos apreciar la visión chilena del combate del 21 de mayo de 1879, cuando en la bahía de Iquique nuestro buque "Huáscar" se enfrentó y hundió a la corbeta "Esmeralda". En la parte final se reconoce la caballerosidad de don Miguel Grau Seminario.











1 jun 2009

LA GUERRA ENTRE HUÁSCAR Y ATAHUALPA

La guerra entre Huáscar y Atahualpa
(Un resumen más corto aquí)

En 1530, el auqui o príncipe Atahualpa se sublevó contra su hermano, el Sapa Inca Huáscar, creyéndose con más aptitud y derecho para ceñirse la mascaypacha o borla imperial, y contando con el apoyo de muchos nobles y generales afincados en Tumibamba (cerca de Quito) desde el reinado de Túpac Yupanqui y Huayna Cápac.


Declarada la guerra, Huáscar envió al frente de sus tropas al apuquispay o general Atoc, quien avanzó rápidamente al norte y ganó la batalla de Mocha, pero fue derrotado, capturado y decapitado en Ambato. Su cráneo fue revestido de oro y utilizado como vaso trofeo por Atahualpa. El Sapa Inca envió un nuevo ejército encabezado por Huanca Auqui quien fue derrotado en Tumibamba y Mullituro. El príncipe rebelde, Atahualpa, contaba con decenas de miles de soldados veteranos de las campañas del norte y con experimentados generales que le permitieron avanzar hasta Huamachuco. Desde allí envió a Quisquis y Calcuchímac para la campaña final en el centro y sur, con el objetivo de destruir a los huascaristas y tomar el Cusco.


Ante la grave emergencia el mismo Huáscar asumió la dirección personal de sus tropas y logró victorias como las de Tahuaray y Cotabambas, sin embargo perdió la decisiva batalla de Chontacaxas; más aún, fue tumbado de su litera y tomado prisionero por el bravo general Quisquis (1532). Los vencedores ingresaron al Cusco y dieron horrible muerte los partidarios y familiares de Huascar, incluyendo mujeres embarazadas y niños que fueron colgados desnudos y desviscerados en su presencia.

Huáscar fue humillado, torturado y llevado semidesnudo rumbo a Cajamarca, ciudad a la que no llegó, pues fue degollado en Andamarca (tierra de los lucanas, en Ayacucho) y sus restos arrojados al río Negromayo (1533). Fue Atahualpa, quien ya era prisionero de los españoles, quien ordenó su muerte, temeroso de que Francisco Pizarro lo libere y devuelva el poder.