27 mar 2010

ESCULTURAS LÍTICAS DE CHAVÍN

Esculturas líticas del templo de Chavín de Huántar

Los sacerdotes de Chavín de Huántar mandaron tallar muchos monolitos y estelas con las figuras de sus temibles dioses. Lamentablemente muchos de ellos fueron destruidos por extirpadores de idolatrías, buscadores de tesoros y el aluvión de 1945.
La mayor parte de las piezas salvadas se encuentran en el mismo sitio arqueológico; algunas fueron traídas a Lima.

Las obras litoescultóricas más destacas de Chavín son:

Lanzón Monolítico. Foto: Shozo Masuda.

El Lanzón Monolítico
Piedra en forma de lanzón de 4. 53 m. Tiene la figura del dios Jaguar con serpientes en la cabeza. Se ubica en el corazón del Templo Viejo de Chavín.


Réplica de la Estela Raimondi en el Museo de la Nación. Foto: Rayplas (Flickr).

La Estela Raimondi
Piedra rectangular de 1.98 m de alto por 74 cm de ancho. Muestra la figura de un ser con cuerpo antropomorfo y rostro de jaguar, sosteniendo dos varas. Se exhibe en el Museo de Antropología, Antropología e Historia del Perú, en Pueblo Libre, Lima.

Réplica del Obelisco Tello en el Museo de la Nación. Foto: Rayplas (Flickr).

El Obelisco Tello
Monolito de 2.52 m de alto por 32 centímetros de ancho. Contiene dos caimanes mitológicos con muchas plantas y animales brotando de su cuerpo. También se exhibe en el Museo de Antropología en Historia del Perú.

Cabezas Clavas. Dibujo: Archivo Julio C. Tello.


Las Cabezas Clavas
Son piedras talladas con formas de cabezas felínicas y humanas que estuvieron empotradas en las paredes exteriores del templo de Chavín. Actualmente solo una se encuentra en su lugar original; otras se exhiben en el Museo de Sitio de Chavín.


Portada de las Falcónidas. Foto: Ricardo Chávez (Flickr).

La Portada de las Falcónidas

Consta de dos columnas circulares y un dintel ubicados en el ingreso del Templo Nuevo de Chavín. Tienen figuras de halcones míticos tallados en bajo relieve.


Estela del Templo Viejo de Chavín. Dibujo: Evaristo Chumpitaz.

Las estelas del Templo Viejo
Son dos hileras de losas rectangulares ubicadas alrededor de la Plaza circular hundida del Templo Viejo de Chavín. Las losas de la parte superior muestran a sacerdotes con rasgos felínicos y las de la parte inferior tienen figuras de felinos estilizados.


Altar de Choque Chinchay. Foto: Michie (Flickr).

El altar de Choque Chinchay
Es una gran piedra que muestra en la parte superior siete hoyos, los que según el arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras representarían la constelación de Orión con forma de un felino. Se ubica en una esquina del Templo Nuevo de Chavín.

25 mar 2010

BIOGRAFÍA DE JULIO C. TELLO (Tercera parte)

Don Julio C. Tello. Imagen: Hernán Amat O.

Biografía de Julio C. Tello
(Tercera parte)

La penúltima expedición de Julio C. Tello comenzó en 1937 y lo llevó a explorar la costa norte de Lima, el litoral de Ancash y la Libertad, Huamachuco y Cajamarca. Visitando el valle de Casma (Ancash) descubrió el gran templo de Cerro Sechín con sus famosas estelas que grafican sacrificios humanos.

Su última expedición se ejecutó en 1942 con destino a la cuenca del río Urubamba. En el trayecto exploró Jauja, Huancayo y Huanta. Cerca de Huamanga se detuvo en la antigua ciudad de Viñaque, capital de la cultura Wari. Llegando al departamento del Cusco estudió Ollantaytambo y descubrió las ruinas de Wiñaywayna. Llegó a Machu Picchu y ascendió al cerro Huayna Picchu. En el Cusco recorrió Sacsayhuaman, Kenko y Tambomachay. Antes de retornar a Lima, hizo una visita a Piquillaqta, cerca de Sicuani.

El sabio escribió muchos artículos dando noticias de sus hallazgos, los que fueron publicados en importantes diarios de Lima, como El Comercio, La Prensa y La Crónica. También en revistas científicas del Perú y el extranjero. Su producción bibliográfica también fue muy amplia, siendo algunos de sus principales obras: “Introducción a la historia del antiguo Perú” (1921), “Wiracocha” (1923), “Antiguo Perú” (1929), “Origen y desarrollo de las civilizaciones prehistóricas andina” (1942) y “El descubrimiento de la cultura Chavín” (1944). En 1945 fundó el Museo Nacional de Antropología y Arqueología.

Cuando tenía 67 años de edad le diagnosticaron cáncer a los ganglios. Falleció en el Hospital Loayza de Lima el 3 de junio de 1947. Fue enterrado en los jardines del Museo de Arqueología y Antropología como fue su deseo. Su enorme archivo científico, producto de 30 años de expediciones e investigaciones, muchas de ellas inéditas, y su rica biblioteca con más de 4000 obras fueron legadas a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por la cual siempre guardó un enorme cariño y agradecimiento.

24 mar 2010

BIOGRAFÍA DE JULIO C. TELLO (Segunda parte)

Julio C. Tello, descubridor de las culturas Chavín y Paracas.
Mural y foto: El Irak (Flickr).

Biografía de Julio C. Tello
(Segunda parte)

Julio C. Tello regresó a Lima en 1913 con muchas ganas de aplicar lo aprendido en Estados Unidos y Europa para investigar el pasado prehispánico del hombre andino. Apenas llegó, el gobierno peruano le encargó acompañar al sabio Alex Hrdlicka en su expedición por la costa del departamento de Lima. Juntos recorrieron los valles Huaura, Chancay, Chillón, Lima, Lurín, Chilca y Mala. El mismo año fue designado Director Técnico de la Sección Arqueológica del Museo Nacional. En 1917 se afilió al Partido Nacional Democrático de José de la Riva Agüero y Osma y fue elegido diputado por Huarochirí en 1917. Desde su curul defendió a su pueblo contra los abusos de poderosas compañías mineras que operaban en su provincia.

En 1919, fundó el Museo Arqueológico de la Universidad San Marcos, enriqueciéndolo con casi 15 mil piezas de cerámica de la culturas Nasca, Mochica, Recuay y Chimú, las que había recolectado en sus primeros viajes por el Perú. Siendo profesor en San Marcos introdujo las disciplinas de Antropología General y Arqueología Americana. También enseñó en la Universidad Católica convocado por José de la Riva Agüero y Osma.

Desde 1919, hasta su fallecimiento en 1947, Julio C. Tello encabezó cinco expediciones arqueológicas en el Perú. La primera lo llevó al departamento de Ancash, recorriendo Huarmey, Culebras, Aija, Katak, Wilkawaín, Tumshukaiko y el Callejón de Conchucos. Aquí realiza excavaciones en Chavín de Huántar descubriendo importantes evidencias líticas y alfareras de su cultura.

En 1925 emprendió su segunda expedición, donde recorrió la costa de los departamentos de Lima e Ica. Realizó excavaciones en Mala, Cañete, Pisco, Chincha, Palpa y Nazca. En esta oportunidad descubrió la cultura Paracas. Al año siguiente, en su tercera expedición continuó sus excavaciones en Paracas y comienzó sus estudios en Kawachi, centro ceremonial de la cultura Nasca. Finalmente enrumbó al departamento de La Libertad para estudiar las huacas del Sol y de la Luna de la cultura Mochica. Continúa aquí