Julio C. Tello, descubridor de las culturas Chavín y Paracas.
Mural y foto: El Irak (Flickr).
Biografía de Julio C. Tello
(Segunda parte)
Mural y foto: El Irak (Flickr).
Biografía de Julio C. Tello
(Segunda parte)
Julio C. Tello regresó a Lima en 1913 con muchas ganas de aplicar lo aprendido en Estados Unidos y Europa para investigar el pasado prehispánico del hombre andino. Apenas llegó, el gobierno peruano le encargó acompañar al sabio Alex Hrdlicka en su expedición por la costa del departamento de Lima. Juntos recorrieron los valles Huaura, Chancay, Chillón, Lima, Lurín, Chilca y Mala. El mismo año fue designado Director Técnico de la Sección Arqueológica del Museo Nacional. En 1917 se afilió al Partido Nacional Democrático de José de la Riva Agüero y Osma y fue elegido diputado por Huarochirí en 1917. Desde su curul defendió a su pueblo contra los abusos de poderosas compañías mineras que operaban en su provincia.
En 1919, fundó el Museo Arqueológico de la Universidad San Marcos, enriqueciéndolo con casi 15 mil piezas de cerámica de la culturas Nasca, Mochica, Recuay y Chimú, las que había recolectado en sus primeros viajes por el Perú. Siendo profesor en San Marcos introdujo las disciplinas de Antropología General y Arqueología Americana. También enseñó en la Universidad Católica convocado por José de la Riva Agüero y Osma.
Desde 1919, hasta su fallecimiento en 1947, Julio C. Tello encabezó cinco expediciones arqueológicas en el Perú. La primera lo llevó al departamento de Ancash, recorriendo Huarmey, Culebras, Aija, Katak, Wilkawaín, Tumshukaiko y el Callejón de Conchucos. Aquí realiza excavaciones en Chavín de Huántar descubriendo importantes evidencias líticas y alfareras de su cultura.
En 1925 emprendió su segunda expedición, donde recorrió la costa de los departamentos de Lima e Ica. Realizó excavaciones en Mala, Cañete, Pisco, Chincha, Palpa y Nazca. En esta oportunidad descubrió la cultura Paracas. Al año siguiente, en su tercera expedición continuó sus excavaciones en Paracas y comienzó sus estudios en Kawachi, centro ceremonial de la cultura Nasca. Finalmente enrumbó al departamento de La Libertad para estudiar las huacas del Sol y de la Luna de la cultura Mochica. Continúa aquí
En 1919, fundó el Museo Arqueológico de la Universidad San Marcos, enriqueciéndolo con casi 15 mil piezas de cerámica de la culturas Nasca, Mochica, Recuay y Chimú, las que había recolectado en sus primeros viajes por el Perú. Siendo profesor en San Marcos introdujo las disciplinas de Antropología General y Arqueología Americana. También enseñó en la Universidad Católica convocado por José de la Riva Agüero y Osma.
Desde 1919, hasta su fallecimiento en 1947, Julio C. Tello encabezó cinco expediciones arqueológicas en el Perú. La primera lo llevó al departamento de Ancash, recorriendo Huarmey, Culebras, Aija, Katak, Wilkawaín, Tumshukaiko y el Callejón de Conchucos. Aquí realiza excavaciones en Chavín de Huántar descubriendo importantes evidencias líticas y alfareras de su cultura.
En 1925 emprendió su segunda expedición, donde recorrió la costa de los departamentos de Lima e Ica. Realizó excavaciones en Mala, Cañete, Pisco, Chincha, Palpa y Nazca. En esta oportunidad descubrió la cultura Paracas. Al año siguiente, en su tercera expedición continuó sus excavaciones en Paracas y comienzó sus estudios en Kawachi, centro ceremonial de la cultura Nasca. Finalmente enrumbó al departamento de La Libertad para estudiar las huacas del Sol y de la Luna de la cultura Mochica. Continúa aquí