De 1977 a 1985, Tom Dillehay -de la Universidad de Kentucky- excavó pacientemente en Monte Verde, cerca de Puerto Mont, en la Patagonia chilena. El material que encontró es muy rico y bien preservado. Se trata de los restos de un campamento de 12 chozas de palos y pieles con un fechado radiocarbónico de 12500 años a.C. Los restos incluyen instrumentos líticos y materiales orgánicos como huesos, marfiles y troncos. Los huesos son de mastodontes, llamas, pescados y mariscos. También se halló una misteriosa pisada de pie humano en una capa de arcilla. A este estrato de ocupación humana Tom Dillehay bautizó como MV-II (Monteverde II).
Más sorprendente aún es el descubrimiento de MV- I (Monteverde I), un campamento aún más antiguo: 33000 años a.C. De esta capa se ha extraído solo algunos instrumentos de piedra. Dillehay prefiere terminar de estudiar Monteverde I, antes de profundizar en el yacimiento más remoto. El mundo científico aguarda impaciente.
De confirmarse presencia humana de más de 30 mil años de antigüedad en Monteverde, se daría un vuelco total a la explicación del poblamiento de América. Se confirmaría que miles de años antes que los asiatícos lleguen a Norteamérica por el estrecho de Béring, ya los melanésicos o australianos habián llegado a América del Sur cruzando el Oceano Pacífico.
Más sorprendente aún es el descubrimiento de MV- I (Monteverde I), un campamento aún más antiguo: 33000 años a.C. De esta capa se ha extraído solo algunos instrumentos de piedra. Dillehay prefiere terminar de estudiar Monteverde I, antes de profundizar en el yacimiento más remoto. El mundo científico aguarda impaciente.
De confirmarse presencia humana de más de 30 mil años de antigüedad en Monteverde, se daría un vuelco total a la explicación del poblamiento de América. Se confirmaría que miles de años antes que los asiatícos lleguen a Norteamérica por el estrecho de Béring, ya los melanésicos o australianos habián llegado a América del Sur cruzando el Oceano Pacífico.
Foto: NatGeo