10 may 2007

LA CAUSA DE LA GUERRA DEL PACÍFICO

La Guerra del Pacífico (1879-1883), llamada también Guerra del Salitre, fue germinando en Londres y Santiago desde 1873. Ese año el gobierno peruano de Manuel Pardo y Lavalle implantó el estanco del salitre obligando a los comerciantes de nitratos de Tarapacá a vender toda su producción al Estado, que también fijó su precio. Para quienes quisieran seguir exportando por su cuenta el gobierno fijó un impuesto de 15 centavos por quintal de salitre que saliera por Iquique. Muchos de los salitreros perjudicados eran ingleses y chilenos, que enfurecieron más aún cuando el Perú declaró la expropiación de los yacimientos y oficinas en 1875.


El imperialismo británico
no estaba dispuesto a permitir que un país sudamericano afecte sus intereses capitalistas aboliendo el comercio libre de un recurso tan importante como el salitre, el cual se había convertido en el sustituto del guano como fertilizante.

A las burguesías de Gran Bretaña y Chile les consolaba que Bolivia también tenía ricos yacimientos en Atacama y que sus corruptos gobiernos eran fácilmente manipulables por los intereses extranjeros. Sin embargo en 1876 llegó al poder el general Hilarión Daza cuyo gobierno quiso sacar mejor provecho de las exportaciones salitreras para aliviar la pobreza fiscal de su país. En 1878, Daza implantó el "impuesto de los 10 centavos" por quintal se salitre exportado por Antofagasta. La anglo-chilena Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta rechazó el gravamen alegando que violaba los acuerdos tributarios de 1874 que suspendían el incremento de impuestos por 25 años.

El gobierno boliviano, confiado en un pacto defensivo firmado con Perú en 1873, el Tratado Riva Agüero-Benavente, lanzó un ultimatum amenazando a la poderosa compañía con la expropiación de las salitreras de Atacama.

El 14 de febrero de 1879 se vencía el plazo de pago impuesto por Bolivia. Chile, apadrinado por el imperialismo inglés, ese mismo día invadió el puerto boliviano de Antofagasta y tomó el control del rico desierto de Atacama con ánimos de no retirarse jamás.

Puerto de Antofagasta en la actualidad. En 1879 las fuerzas chilenas se la arrebataron a Bolivia provocando el estallido de la Guerra del Pacífico. Fotos: Flickr

9 may 2007

EPOPEYA, LA VERSIÓN DE UN SOLDADO CHILENO.

Quisiera comentar brevemente, el significado que tiene para el Perú la emisión del documental chileno Epopeya, que se acaba de estrenar la semana pasada en Chile y en la cual se intenta presentar una “nueva visión” de la Guerra del Pacífico; ahora vista desde la “supuesta” perspectiva de un soldado cuyo cuerpo se encontró en Lima ciento veinte años después de la guerra.

El documental versa entorno a la supuesta lectura que le da aquel soldado chileno a la Guerra del Pacífico. En principio, hay que reconocer que para dicho documental se ha considerado, opiniones serias y diversas de los tres países involucrados en el conflicto: Chile, Perú y Bolivia; aunque no se ha hecho un deslinde o aclare entre los comentarios vertidos por los probos profesionales y la narración del soldado desconocido. Dicho de otra manera, mezclan ficción con interpretación histórica, lo cual genera especulación respecto al mensaje subliminal que pueda guardar este documental y que ya se viene comentando en algunos círculos. Este manejo de la información -sea involuntario o con razón de causa- permite tener cierta libertad subjetiva (si cabe el término) al momento de presentar la información e interpretación de los hechos. Por ejemplo, lo que llamó mi atención es el hecho que Chile insiste en fijar como causa desencadenante del conflicto la confabulación diplomática entre dos países, que se unieron en contra de la soberanía e intereses chilenos; esto en el discurso del soldado. Mientras que los historiadores invitados de los tres países han coincidido en indicar como causa principal el tema económico; es decir, el problema salitrero y los intereses de los diferentes consorcios que manejan el mercado salitrero a nivel mundial. Estos contrastes lo vamos a observar en algunos pasajes del documental que terminan por confundir al receptor de la información.

Además, se presenta una visión muy reducida, casi miope de lo que fue el combate de Iquique. Si bien es cierto se ensalza la imagen humanista y caballeresca de Grau, además del heroísmo de Prat, no se tomó en consideración la otra faceta del combate, la que protagonizaban en ese mismo momento la Independencia y la Covadonga. Me refiero al naufragio de nuestra mejor embarcación, “Independencia”, y el acto cobarde de los soldados Chilenos de ultimar a tiros desde la borda del buque de madera a los marinos peruanos náufragos.

En fin, no quiero extenderme en mi comentario, simplemente quisiera fijar mi posición respecto a lo que debería hacer el Perú. En principio seamos concientes que históricamente hemos tenido a los diplomáticos menos exitosos de la historia americana y me atrevería a decir mundial, y actualmente estamos revisando la delimitación marítima con Chile, al cual, si nos ceñimos a la historia, no se auguran buenos resultados. Por otro lado, debemos estar alertas, Chile ya lanzó el mensaje a través del documental: ¡por problemas diplomáticos comenzó la guerra del 79’!, esto debe tener respuesta inmediata, ¡no diplomática por favor!.... A algún disparatado nacionalista se le podría ocurrir “Guerra a Chile”, nada más alejado de la realidad. La respuesta debe darse a través de la misma vía, un documental serio, basado en hechos históricos contrastados y lo más importante, que tome como fuente directa a historiadores de los tres países involucrados, quienes libremente fijen su posición y al final hallar consenso en busca de la objetividad histórica.

Debemos olvidar resentimientos pasados y analizar la historia como realmente es: la herramienta que nos permite aproximarnos a la realidad, para poder entender verdaderamente nuestro pasado, comprender nuestro presente y proyectarnos sin temor al futuro que hasta ahora nos es incierto.

Entender, además, de una vez por todas, que perdimos la guerra por problemas que aún nos siguen aquejando: regionalismos, fragmentación, incapacidad programática de nuestros políticos, incapacidad política de cohesión social, marginación de clases populares ..… etc., y no seguir culpando a Chile de nuestra merecida derrota. Llegó el momento de mirar a Chile como nuestro rival sí, pero competitivamente hacerle frente e intentar superarlo en todas las áreas, culturales, sociales, políticas, económicas..etc. , esa debería ser nuestra venganza, proyección o, prestando el término de Flores Galindo, al menos nuestra utopía. Superar a Chile no es complicado compatriotas y lo mejor es que nosotros sí tenemos con qué hacerlo.

7 may 2007

DOS RABONAS DE PANCHO FIERRO

Gracias a un post del blog de La Morena, tenemos estas dos bellas acuarelas del afamado pintor zambo Pancho Fierro. En ellas podemos ver a dos soldados peruanos del siglo XIX acompañados por sus respectivas "rabonas", sacrificadas indígenas y mestizas peruanas que acompañaban y ayudaban a sus parejas en la frecuentes campañas militares de la época. También tuvieron un importante papel en la Guerra con Chile (1879-1883), especialmente en la Resistencia de la Breña.


Puedes ver más acuarelas del Pancho Fierro ingresando a la galería BLAA Digital.