9 may 2007

EPOPEYA, LA VERSIÓN DE UN SOLDADO CHILENO.

Quisiera comentar brevemente, el significado que tiene para el Perú la emisión del documental chileno Epopeya, que se acaba de estrenar la semana pasada en Chile y en la cual se intenta presentar una “nueva visión” de la Guerra del Pacífico; ahora vista desde la “supuesta” perspectiva de un soldado cuyo cuerpo se encontró en Lima ciento veinte años después de la guerra.

El documental versa entorno a la supuesta lectura que le da aquel soldado chileno a la Guerra del Pacífico. En principio, hay que reconocer que para dicho documental se ha considerado, opiniones serias y diversas de los tres países involucrados en el conflicto: Chile, Perú y Bolivia; aunque no se ha hecho un deslinde o aclare entre los comentarios vertidos por los probos profesionales y la narración del soldado desconocido. Dicho de otra manera, mezclan ficción con interpretación histórica, lo cual genera especulación respecto al mensaje subliminal que pueda guardar este documental y que ya se viene comentando en algunos círculos. Este manejo de la información -sea involuntario o con razón de causa- permite tener cierta libertad subjetiva (si cabe el término) al momento de presentar la información e interpretación de los hechos. Por ejemplo, lo que llamó mi atención es el hecho que Chile insiste en fijar como causa desencadenante del conflicto la confabulación diplomática entre dos países, que se unieron en contra de la soberanía e intereses chilenos; esto en el discurso del soldado. Mientras que los historiadores invitados de los tres países han coincidido en indicar como causa principal el tema económico; es decir, el problema salitrero y los intereses de los diferentes consorcios que manejan el mercado salitrero a nivel mundial. Estos contrastes lo vamos a observar en algunos pasajes del documental que terminan por confundir al receptor de la información.

Además, se presenta una visión muy reducida, casi miope de lo que fue el combate de Iquique. Si bien es cierto se ensalza la imagen humanista y caballeresca de Grau, además del heroísmo de Prat, no se tomó en consideración la otra faceta del combate, la que protagonizaban en ese mismo momento la Independencia y la Covadonga. Me refiero al naufragio de nuestra mejor embarcación, “Independencia”, y el acto cobarde de los soldados Chilenos de ultimar a tiros desde la borda del buque de madera a los marinos peruanos náufragos.

En fin, no quiero extenderme en mi comentario, simplemente quisiera fijar mi posición respecto a lo que debería hacer el Perú. En principio seamos concientes que históricamente hemos tenido a los diplomáticos menos exitosos de la historia americana y me atrevería a decir mundial, y actualmente estamos revisando la delimitación marítima con Chile, al cual, si nos ceñimos a la historia, no se auguran buenos resultados. Por otro lado, debemos estar alertas, Chile ya lanzó el mensaje a través del documental: ¡por problemas diplomáticos comenzó la guerra del 79’!, esto debe tener respuesta inmediata, ¡no diplomática por favor!.... A algún disparatado nacionalista se le podría ocurrir “Guerra a Chile”, nada más alejado de la realidad. La respuesta debe darse a través de la misma vía, un documental serio, basado en hechos históricos contrastados y lo más importante, que tome como fuente directa a historiadores de los tres países involucrados, quienes libremente fijen su posición y al final hallar consenso en busca de la objetividad histórica.

Debemos olvidar resentimientos pasados y analizar la historia como realmente es: la herramienta que nos permite aproximarnos a la realidad, para poder entender verdaderamente nuestro pasado, comprender nuestro presente y proyectarnos sin temor al futuro que hasta ahora nos es incierto.

Entender, además, de una vez por todas, que perdimos la guerra por problemas que aún nos siguen aquejando: regionalismos, fragmentación, incapacidad programática de nuestros políticos, incapacidad política de cohesión social, marginación de clases populares ..… etc., y no seguir culpando a Chile de nuestra merecida derrota. Llegó el momento de mirar a Chile como nuestro rival sí, pero competitivamente hacerle frente e intentar superarlo en todas las áreas, culturales, sociales, políticas, económicas..etc. , esa debería ser nuestra venganza, proyección o, prestando el término de Flores Galindo, al menos nuestra utopía. Superar a Chile no es complicado compatriotas y lo mejor es que nosotros sí tenemos con qué hacerlo.

11 comentarios:

  1. Bien dicho Arturo.

    Los peruanos debemos aprender de nuestros errores en el pasado, y sepamos bien quienes están de nuestro lado. Como países vecinos, Perú y Chile deben cooperar en el desarrollo y progreso de los pueblos de la región andina. Pero no podemos ignorar nuestra historia pasada y reciente.

    Por ejemplo, recordemos que el futuro energético de la creciente economía de Chile depende muchísimo de los recursos naturales que abundan en Perú y Bolivia, léase gas natural, agua potable, minerales, petróleo y acceso a Brasil a través de la Amazonía. Brasil es el país que recibe la mayor inversión de empresas chilenas en el extranjero.

    No por gusto Chile se ha esforzado en convertirse en el país mejor armado de Sur América, con el apoyo abierto de EEUU, país con quien el sector nacionalista chileno mantiene una estrecha cooperación militar, desde que el dictador Pinochet se aliara a los sectores radicales de la derecha estadounidense (el entonces presidente Nixon y el partido Republicano).

    El documental en mención, me pareció aburrido y melodramático, misma telenovela. No pude ver más de 15 minutos. Es que la TV de Chile se ha esforzado en aparentar una versión equilibrada, pero ese acercamiento es hipócrita y mal intencionado.

    La historia se repite.

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  2. Gracias por el interesante comentario Carlos. Solo resaltar que el autor del artículo es el colega Álex Murazzo Vásquez. Saludos peruanistas :)

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  3. Anónimo12:02 p.m.

    Que dicen un diario chileno:

    Emol.com - Prensa de Perú y Bolivia acusa a Epopeya de propagandística y de cometer graves omisiones
    http://www.emol.com/noticias/cultura_espectaculos/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=254980

    SANTIAGO.- Si en algo coinciden los diarios más importantes de Perú y Bolivia en sus ediciones de hoy, es que la postergación de "Epopeya" no se justificaba, ya que cumplió en mostrar una visión "trinacional" sobre la Guerra del Pacífico. Sin embargo, se le hacen varios reparos al documental transmitido por TVN anoche. Un entrevistado en "La Razón" de Bolivia concluyó que la serie tiene un "mensaje subliminal", pues "intenta mostrar a Bolivia como el país que provocó la contienda bélica en 1879, según coincidieron los historiadores Mariano Baptista ...

    Emol.com - El equilibrio marcó el debut de Epopeya
    http://www.emol.com/noticias/todas/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=254962

    SANTIAGO.- ¿Era necesario el aplazamiento de "Epopeya"? ¿Correspondía esgrimir "razones de Estado", como argumentó la Cancillería chilena, para posponer su emisión "por los efectos que podría causar en las relaciones entre Perú y Chile"? Son las preguntas que deben estar haciéndose quienes se expusieron al primer capítulo de este documental histórico y que no resultaron heridos por las esquirlas de la granada que, para algunos, representaba el programa conducido por Rafael Cavada. Lo que se vio en pantalla, por lo menos, en la primera entrega de esta ser ...


    Emol.com - ¿Qué opinan de Epopeya los descendientes de veteranos de la Guerra del Pacífico?
    http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=255018

    SANTIAGO.- ?Epopeya? de TVN es el tema de hoy. Tanto los medios nacionales como de Perú y Bolivia se han referido al programa que causó revuelo hace dos meses cuando se decidió aplazar la emisión del documental histórico porque se temía que podía causar efectos colaterales en las relaciones con nuestros vecinos del norte. Luego de todo lo que se habló de Epopeya, las expectativas de verla eran altas. Opinaron historiadores, se refirieron al caso autoridades y periodistas emitieron sus juicios. ¿Pero qué les pareció el documental a los descendientes directos de los chilenos que vivieron...

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  4. Anónimo1:36 p.m.

    Hola, soy chilena y creo profundamente que es tiempo de terminar con rencillas y heridas del pasado, pero para ello es necesario la voluntad política y de los pueblos.
    ¿Porqué ver a Chile como un rival? ¿porqué no como naciones hermanas que fuimos una vez? ¿Es necesario hablar de venganza? Con ese trasfondo resentido no vamos a llegar a ningun lado, es hora de que ambas partes cooperemos en terminar con los conflictos que nos aquejan. Basta de tanto odio entre nosotros.

    Respecto al documental, ¿no es obvio que, siendo chileno, haya una predisposición favorable a nuestro país? Si Perú o Bolivia hicieran algo similar, no les quepa duda que igualmente se inferirá un ambiente proclive a estos países... porque es obvio! Es un documental chileno, hecho por chilenos! es natural que hayan inclinaciones a favor de nuestra historia, sean ciertas o no. Y esta discusión es mejor que se resuelva entre catedraticos, pues son quienes escriben y revisan la historia de cada país los que deben reconocer cómo se llevaron a cabo los conflictos.
    Insisto, que lástima que la buena intención de hacer un documental lo más equitativo posible no sea reconocida por nuestros vecinos, en el ambiente chileno jamás se ha declarado o inferido una intención hipócrita y mucho menos mal intencionada en el documental.

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  5. Arturo:

    Muy interesante el artículo que posteaste, el hecho de estar revisando la historia de nuestros pueblos de manera seria y desapasionada me parece el camino indicado para superar nuestras diferencias presentes o futuras.

    No soy del tipo de persona que gusta de ver a otras naciones como enemigos con sed de venganza, termocéfalos existen en todos lados, lo importante es tener una agenda y buscar el desarrollo común.

    Sobre el documental ya van 2 emisiones, la verdad yo creo que a quedado al debe (desde el pto de vista audiovisual), esperaba algo más, pero como esfuerzo me parece válido y lo aplaudo.

    Saludos desde Santiago, Chile.

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  6. Inglaterra usó a Chile contra el Perú

    La Guerra del Guano y del Salitre (1879-1883)
    Plinio

    Esquinarila

    (plinio2005@gmail.com)

    Si epopeya significa, según la Real Academia de la Lengua, "conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente", la Guerra del Guano y del Salitre de 1879, mal llamada "guerra del Pacífico", no puede tener ese carácter porque simplemente fue de rapiña. Y es que Inglaterra utilizó a Chile contra el Perú para apropiarse de riquezas salitreras que no eran suyas. Desde esta perspectiva, la sanguinaria ocupación chilena en el Perú no puede ser heroica ni tener contornos de epopeya. No lo decimos solo nosotros, los peruanos, sino historiadores de la talla del inglés Sir Clement Markham, quien escribió cientos de páginas de aquella bestialidad, con apoyo inglés, que llevó "su afán de despojo y confiscación a límites nunca sobrepasados". "En todo lo cual –subraya el autor– se ve el efecto desmoralizador de una política de gloria militar y de conquista".

    Por eso que este buen señor Markham auguró que el pueblo peruano, más allá de su quebranto, con seguridad se levantaría de las ruinas. En cambio lo que Chile obtuvo por la fuerza del despojo le sería siempre nociva. Dicho de otra forma, cualquier heroísmo que pudieran haber derrochado los sureños se devaluó con aquella sangrienta e ignominiosa ocupación que el Perú jamás olvidará.
    La guerra de 1879 de Chile contra Perú y Bolivia fue preparada en efecto por Inglaterra en apoyo de sus empresas o Casas Gibbs y North, que fueron las beneficiarias en la explotación del salitre arrebatado a peruanos y bolivianos. "En esta guerra Inglaterra envió 7 acorazados que estuvieron frente a la costa peruano-chilena, que si bien se mantuvieron "neutrales", intervendrían si Chile perdía la guerra", dice Santiago Paulovic (*).

    El jefe marino de las fuerzas chilenas, Patricio Lynch, sirvió 15 años en el ejército británico, participando incluso en la guerra del opio, nos recuerda por su parte el peruanista mapochino Pedro Godoy.

    Los uniformes chilenos fueron confeccionados con tela inglesa, los fusiles usados por soldados chilenos eran ingleses, los barcos y armas chilenas fueron vendidas por Inglaterra a precios simbólicos.

    ¿Neutralidad?
    Inglaterra, recuerda en otro momento Paulovic, bloqueó la venta de armas a Perú y presionó a otros países en la misma dirección. Perú mandó construir dos acorazados en Alemania, el "Sócrates" y el "Diógenes", pero al pasar por el puerto británico de Southampton fueron detenidos, en aplicación de las leyes británicas de "neutralidad"; sin embargo en plena guerra dejaron salir a un barco chileno, construido obviamente por los ingleses, tal como fue publicado en el diario norteamericano New York Herald.

    Es más, ya en 1868, es decir once años antes de la guerra, Chile hacía gestiones secretas con el enemigo de entonces, España, apenas concluida la guerra en la que Perú triunfó, defendiendo incluso a Chile, para la adquisición de los barcos "Chacabuco" y "O'Higgins", que deberían ser sacados de sus astilleros por los ingleses.

    Posteriormente, como ya es sabido, entre 1874 y 1875, Chile encarga a Inglaterra la construcción de otros dos modernos acorazados, con el agravante que en la sesión secreta del Congreso chileno del 2 de abril de 1879, se dejó constancia que los "preparativos para la guerra fueron organizados con mucha anticipación", es decir en 1868, teniendo el Estado chileno plena certeza de la superioridad de su marina frente a la peruana que estaba "en un estado lastimoso de abandono".

    Tanto Inglaterra como Alemania, y en menor medida Francia, apoyaban a Chile, lo que incomodaba a Estados Unidos. Por eso es que en abril de 1882 el secretario de Estado norteamericano James Blaine, como lo publicó LA RAZÓN, ante la comisión de relaciones exteriores del Congreso norteamericano dijo estas memorables palabras: "La guerra del Pacífico es una guerra inglesa contra el Perú con Chile como instrumento".

    Hay otras versiones no desmentidas que sostienen que el presidente norteamericano James Abram Garfield (1831-1881), por entonces opuesto a la entrega de territorio peruano a Chile, porque esto beneficiaba a Inglaterra, envío la fragata Lackawanna a la bahía de Arica para que un emisario suyo entable conversaciones de paz con los representantes de Perú, Chile y Bolivia, sin concretar sus propósitos.

    Pero antes, según Paulovic, "ocurrió el 'oportuno' asesinato del presidente Garfield, y su sucesor se desentendió del problema. Dicen que extrañamente los documentos a los interrogatorios del asesino Charles Guiteau 'se perdieron'".

    Piratería
    Para que esto sucediera, años atrás, el estratega chileno Diego Portales tuvo que destruir, ¡con apoyo de peruanos!, en la primera guerra con Chile, en la batalla de Yungay (1839), la Confederación Peruano-Boliviana impulsada por ese gran visionario que fue el general Andrés de Santa Cruz Calahuama. Y tres años antes (1836), sin previa declaratoria de guerra, el mismo mercader Portales ordenó por sorpresa el asalto y captura de la flota más poderosa del Pacífico de entonces, la del Perú confederado, en un típico acto de piratería que la historia oficial ha olvidado.

    El cholo Andrés de Santa Cruz había tratado de cumplir, bajo el ropaje de un guerrero de los Andes, de un Manco Inca del siglo XIX, la misión integradora de su tiempo: restaurar, en un nuevo estadio del desarrollo histórico, la unidad pan-andina que se había perdido con el colapso del imperio de los incas, objetivo vital que tanto el ideario de Bolívar cuanto el nuevo expansionismo portaliano tenían que socavar y/o liquidar, cada uno en su tiempo y a su manera: uno con la piratería y otro creando el Estado artificial de Bolivia.

    Eran años en que la llamada "anarquía militar" de los guerreros se agotaba primero con Santa Cruz, luego con la muerte del último caudillo de esa época, Ramón Castilla, para dar pase al civilismo mercantil capitalino y costeño, que toma el poder para enriquecerse con las riquezas del guano y para dar pase a esa era de orgía de dispendio en 1872, a escasos siete años de la aciaga guerra, cuando esta casta dominante en la práctica licencia al Ejército y a la Marina, mientras en el país del sur se armaba, siempre con apoyo inglés, desde 1868, como señalamos líneas atrás, es decir once años antes del estallido del conflicto.

    Es curioso como la historia oficial se esfuerza en ocultar la responsabilidad de líder político de los mercaderes del guano, el civilista Manuel Pardo, que desoyó las previsiones de Castilla ("si Chile compra un barco, Perú debe comprar dos"), destruyó y persiguió al Ejército, debilitó su ancestral espíritu guerrero, expuso a la patria a merced del expansionismo chileno que buscó pretextos, orquestados en efecto desde Gran Bretaña, para iniciar su guerra de rapiña que ahora pinta de "epopeya".

    Traidores
    En la Guerra del Guano y del Salitre (1879-1883) ese civilismo limeño se pintó en su verdadera faceta. También los personajes tipo Mariano Ignacio Prado, quien era presidente al inicio de la guerra, pero ante los primeros fracasos, un 19 de diciembre de 1879, se fue a Europa, con el pretexto de comprar armas, llevándose un cuantioso botín de dinero, joyas y objetos de valor recolectado por las Damas de Lima para la defensa del país. Regresó en 1887, sin dar cuenta del dinero y joyas para las armas. Estos detalles poco a poco va "olvidando" la historia oficial, la que sí resalta el papel de uno de sus hijos, que fuera presidente del Perú dos veces: Manuel Prado Ugarteche.

    Hubo también un coronel EP, Carlos Agustín Belaúnde, improvisado militar pierolista a quien dieron grado de coronel, el mismo que cuando los oficiales de Arica decidieron la defensa de la plaza por unanimidad, fue el único que se opuso con vehemencia. La historia cuenta que por este comportamiento, don Francisco Bolognesi dispuso su arresto y fue llevado preso al monitor "Manco Cápac", pero antes de la batalla de Arica logró desertar con destino a Moquegua. Uno de sus descendientes sería también presidente dos veces en la segunda mitad del siglo XX.


    El "Taita" Cáceres
    Quien salvó el honor nacional, en palabras de los mismos chilenos y de historiadores de otras latitudes, fue el caudillaje del coronel Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, el "Taita" Cáceres, de actuar brillante en la campaña de Tarapacá al mando de la II División del Ejército del Sur. Combatió en la siguiente campaña de Moquegua, y luego en la de Lima, nuevamente como jefe divisionario, con el mismo rango de coronel. Y es que el grado de general sólo le fue otorgado por la Asamblea de Arequipa, a fines de 1882, siendo vicepresidente provisional don Lizardo Montero.

    Los soldados de Cáceres, demás está decir, peleaban con machetes, lanzas, garrotes, piedras y unos pocos con fusiles anticuados. Eran las montoneras y las guerrillas de miles de indios pobres que lo acompañaban al "Taita" en la inmensidad de la cordillera. De los varios ejércitos que formara, la mayoría de sus hombres murieron en su ley, por el Perú. Y con seguridad que el último de sus ejércitos, derrotado con la complicidad de traidores en Humachuco, se hubiera recompuesto, y habría marchado sobre Lima, inexorable, si no fuera porque los chilenos calcularon que prolongar la ocupación era arriesgar el pellejo y obligaron a sus títeres –Iglesias en primer término- a la firma del ignominioso tratado de Ancón.

    ¿Qué había pasado en el ínterin de la guerra? Que en el curso de la conflagración el espíritu guerrero de los Andes, encarnado en Cáceres, había desplazado al mercantilismo costeño disfrazado políticamente de civilismo.

    La reconstrucción
    "Finalizada la contienda, fue restaurada la Constitución de 1860 redactada por los discípulos del gran líder conservador Bartolomé Herrera, con su promesa de equilibro, y los empobrecidos mercaderes del campo y la ciudad fueron convocados para sumarse a la obra de la Reconstrucción Nacional. Pero cuando el país había sido saneado de las pesadas reparaciones de la guerra, el alma mercantil en falencia quiso asaltar nuevamente las arcas del Estado y copar el poder para repartirse los pocos dividendos de la convaleciente República", dice Fernán Altuve en cierta parte de su obra "La democracia fuerte".

    Pero al final de la guerra no se diga que a Chile le fue de maravillas. Recuérdese que el presidente Juan Manuel Balmaceda quiso nacionalizar el salitre arrebatado a Perú y Bolivia, pero los intereses británicos le organizaron una guerra civil con el general Estanislao del Canto, que había combatido contra el Perú, desangrando a su país, y el mismo Balmaceda terminó suicidándose. Como se ve, ni Chile disfrutó del salitre, el único beneficiario fue Inglaterra. Así pagaron los ingleses a la felonía chilena.

    Gracias

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  7. Anónimo5:13 p.m.

    Demasiada amargura, Fernándo Marcelo.
    Nadie puede construir sobre euna base de odio y rencor, nosotros tampoco.

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  8. ...sólo puedo decir ante tantas emociones descomprimidas que los pueblos somos manejados estupidamente por los poderes económicos de ayer, hoy y mañana.El día que despertemos y nos demos cuenta de ello entenderemos que nuestro enemigo está dentro de nuestros propios países y se llaman oligarquías renovadas.Lo demás es película, desgaste, ataques y pesadillas trasnochadas.Historiadores y cuentos varios...la verdad está en nosotros mismos...descubrámosla.
    Y aprendamos a elegir autoridades decentes...alguien dijo por ahí...los pueblos tienen las autoridades que se merecen...que no nos metan el dedo en la boca para actuar como bobos fanáticos de futbol que incluso se matan por sus equipos de futbol mientras los dueños de los clubes se frotan las manos viendo la estupidez humana...y disfrutando de la plata que les dejan los fanáticos...

    Saludos y de todas formas es bueno leer apreciaciones individuales para examinar cuanto se alejan de la razón y dan paso a la pasión...la cual traiciona nuestra visión....

    Un chileno-peruano o peruano-chileno...el orden de los factores no altera el producto.

    PUMA.

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  9. Anónimo11:42 a.m.

    He leído con detención vuestros artículos. Sinceramente me parecen validos los argumentos que alli se vierten, sin embargo lo bueno sería entrar en el área del "Revisionismo Histórico" y buscar los equivocos, encontrar la verdad sobre casos en particular, evidentemente lo que no se puede desconocer es que Chile gano esa guerra.
    Quisiera agregar que más alla de querer ser como chilenos o mejores que los chilenos en lo social, económico y cultural, etc., como lo declara alguién más arriba, se hace necesario que todos los pueblos americanos nos volquemos hacia nuestras raíces ancestrales, hacia nuestros pueblos autoctonos, los cuales han poseído y poseen una riqueza cultural inmensurable, la cual hoy en día esta olvidada y solo nos preocupa lo que el Capitalista nos vende como unica alternativa viable.
    Creo en la gente de cada uno de nuestros pueblos, los cuales son siempre la carne de cañón para servir los intereses mezquinos de unos pocos adinerados. Comparto con algunos de ustedes que nuestros pueblos deben empezar a tomar consciencia que los lideres que nos dirijan no deben ser impuestos por la casta política de turno, sino por nosotros mismos...los mejores, los que conocemos en cada una de nuestras regiones o localidades.
    No quero aburrirlos, así que terminaré diciendo que nací en esta tierra que llamaron Chile, pero por alguna razón me siento identificado por Un Pueblo, Un Reino la cual es América, solo faltaría Un Lider. Para acabar con estas divisiones que no nos ayudan, sino al contrario nos atrasan, nos enemistan.....etc., lo cual es conveniente para el enemigo del mundo y asi nos han mantenido por centurias......

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  10. El decir que la guerra fue por causas diplomaticas es como querer engañar a un niño obviamente la guerra fue por causas economicas la riquezas del slaitre y el guano estaba en el lado boliviano y peruano, suerte tuvieron los oligarcas chilenos e inglesas que exitiera un pacto en realidad no tan secreto entre peru y bolivia como que le hacia matar dos pajaros de un solo tiro, obviamente la diplomacia chilena hizo su mejor trabajo hasta sabian que ambos paises no estaban preparados par auna guerra y chile tenia ela poyo d ela mayor potencia del mundo tal vez la unica que vendia armas acorazados y demas a otroas pais de trasmar. Ahora he leido por alli que se intento hacer uan buen documental par alimpiar asperezas y olvidar los rencores cuando lo que se ha hehco es invitar a que bolivia y peru hagan su propio documental y cuenten la historisa desde su punto de vista esto no haria mas que aliemntar los rencores d elos pueblos mejor er ano tocar el tema y tene mucho cuidado ahora que con internet todos s epuede ver en cualquier lado. Uno esta hartoi de escuchar sobre la guerra espeiclamente peruano y bolivianos que perdieron territorios entonces mejor es ue el quito que se quede calladito y no hablar del tema. Nadie quiere una guerra por que con las cosas que hay hoy tal vez habria muchas muerrtes inncesarias y absurdas la onu oestados unods y la spotencia tal vez demorarrian un año en intervenir y aquneu soy creyente pienso que ninguna vida vale una guerra eso de dar la vida porla patria me aturde.

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  11. Anónimo7:05 p.m.

    no entiendo porqué motivo los Peruanos se esmeran por superar a Chile.

    Les aconsejo algo, si quieren ser buenos, por favor no miren a nuestro País como ejemplo de superación, porque acá tal vez estemos peores que uds.

    Las personas grandes, son humildes y no intentan ni necesitan demostrarle algo a los demás en base a ostentaciones u otros complejos prpios de la frustración.

    La guerra no es motivo de orgullo para ninguno de los paises involucrados, es una verguenza, porque si lo ves desde este punto de vista simple, se utilizaron civiles inocentes para pelear y morir crudamente por el capital Inglés, extrangero y Chileno.

    Es mucho mejor si comenzaran a cambiar un poco la mentalidad frente a esta maldita guerra, y educaran a sus hijos de que el Peru es mucho más grande que una guerra, vuestra cultura, su arquitectura, su arte, cocina, gente, historia, litereatura, entre otras cosas, son extraordinarias y no se opacan en lo absoluto por este acontecimiento que entorpece las aspiraciones de evolucionar como seres humanos.

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Gracias por leer y comentar en AMAUTACUNA DE HISTORIA.