Francisco de Zela (1768-1821).
Dibujo: Óscar López Aliaga.
Dibujo: Óscar López Aliaga.
Niñez y juventud de Francisco de Zela
Francisco Antonio de Zela y Arizaga nació en los Barrios Altos de Lima el 24 de julio de 1768. Sus padres fueron el gallego Alberto de Zela y Neyra y la chalaca (natural del Callao) María Mercedes Arizaga. Fue el cuarto de seis hijos (una mujer y cinco varones). A comienzos de 1769 fue bautizado en la Iglesia de Santa Ana, situada en la plaza del mismo nombre.
Sus primeros años de vida transcurrieron en su casa natal, ubicada en la Calle de las Cruces, actual jirón Huanta. Su padre trabajó como administrador de algunas haciendas de Lima, hasta que en 1771 compró el empleo de ensayador, fundidor y balanzario de las minas de Caylloma, en la actual región Arequipa. Francisco Antonio tenía entonces 3 años de edad y quedó a cargo de su madre, quien pocos años después lo inscribió en la parroquia de Santa Ana para aprender las primeras letras y estudiar el catecismo. Su niñez transcurrió apaciblemente en los alredores de la tradicional Plaza de Santa Ana, hoy llamada Plaza Italia.
Sobre sus estudios juveniles, sus biógrafos no han hallado documentos contundentes. Solo se sabe que estudió en uno de los dos colegios mayores que funcionaban en Lima después de la expulsión de los jesuitas en 1767: El Seminario de Santo Toribio o el Convictorio de San Carlos. El historiador Lizardo Seiner Lizarraga, cuya biografía de Zela es nuestra principal fuente, revisó los archivos del Seminario de Santo Toribio y no encontró el nombre de nuestro personaje, por lo que es muy probable que haya estudiado en San Carlos, cuya documentación de la época aún no ha sido investigada con prolijidad.
En 1786, cuando tenía 18 años de edad, emprendió viaje a Tacna. Su padre se había hecho cargo de la fundición de esta ciudad y quería que su hijo aprendiera los secretos del "noble arte del ensaye y fundición" para después dejarle este cargo hereditario. Desde entonces Francisco Antonio fue capacitado por su propio padre, hasta que el 18 de setiembre de 1792 éste murió por un disparo accidental del cacique Toribio Ara. Con la ayuda de la viuda, doña María, se logró gestionar el traspaso del puesto de ensayador, fundidor y balanzario al joven Francisco, quien a sus 24 años de edad aprobó el riguroso examen de la Sociedad Minerológica de Arequipa. El documento oficial del nombramiento fue firmado por el virrey Francisco Gil de Taboada. Continúa aquí >>
Sus primeros años de vida transcurrieron en su casa natal, ubicada en la Calle de las Cruces, actual jirón Huanta. Su padre trabajó como administrador de algunas haciendas de Lima, hasta que en 1771 compró el empleo de ensayador, fundidor y balanzario de las minas de Caylloma, en la actual región Arequipa. Francisco Antonio tenía entonces 3 años de edad y quedó a cargo de su madre, quien pocos años después lo inscribió en la parroquia de Santa Ana para aprender las primeras letras y estudiar el catecismo. Su niñez transcurrió apaciblemente en los alredores de la tradicional Plaza de Santa Ana, hoy llamada Plaza Italia.
Sobre sus estudios juveniles, sus biógrafos no han hallado documentos contundentes. Solo se sabe que estudió en uno de los dos colegios mayores que funcionaban en Lima después de la expulsión de los jesuitas en 1767: El Seminario de Santo Toribio o el Convictorio de San Carlos. El historiador Lizardo Seiner Lizarraga, cuya biografía de Zela es nuestra principal fuente, revisó los archivos del Seminario de Santo Toribio y no encontró el nombre de nuestro personaje, por lo que es muy probable que haya estudiado en San Carlos, cuya documentación de la época aún no ha sido investigada con prolijidad.
En 1786, cuando tenía 18 años de edad, emprendió viaje a Tacna. Su padre se había hecho cargo de la fundición de esta ciudad y quería que su hijo aprendiera los secretos del "noble arte del ensaye y fundición" para después dejarle este cargo hereditario. Desde entonces Francisco Antonio fue capacitado por su propio padre, hasta que el 18 de setiembre de 1792 éste murió por un disparo accidental del cacique Toribio Ara. Con la ayuda de la viuda, doña María, se logró gestionar el traspaso del puesto de ensayador, fundidor y balanzario al joven Francisco, quien a sus 24 años de edad aprobó el riguroso examen de la Sociedad Minerológica de Arequipa. El documento oficial del nombramiento fue firmado por el virrey Francisco Gil de Taboada. Continúa aquí >>