Retrato de Francisco de Zela perteneciente al Centro de Estudios Históricos Militares del Perú. Foto: Freddy Gómez.
El trabajo de Francisco de Zela
De 1792 a 1811, Francisco de Zela y Arizaga trabajó como "fundidor, ensayador y balanzario" de la Caja Real de Tacna. Este empleo requería de conocimientos especializados en el manejo de instrumentos para la fabricación monedas. Por suerte, había sido un aplicado alumno de su propio padre, quien había comprado el cargo en 1771.
El metal que beneficiaba Francisco de Zela provenía de la mina de Huantajaya, ubicado en el desierto de Tarapacá. Un promedio de 20 barras de plata "piña" o "en pasta" (libre de impurezas) llegaban a Tacna cada mes. Zela se encargaba de fundirlos en una callana (tiesto) colocada en un horno alimentado por un fuelle de gran tamaño. Acto seguido acuñaba las monedas (pesos y reales) utilizando moldes, cinceles y punzones.
El historiador Lizardo Seiner señala que su sueldo era 91.5 pesos mensuales, lo que le permitía vivir sin sobresaltos, vestir con elegancia y mantener un esclavo. En 1796 contrajo matrimonio con María Natividad Siles, una bella tacneña de apreciable fortuna. Continúa aquí >>
El metal que beneficiaba Francisco de Zela provenía de la mina de Huantajaya, ubicado en el desierto de Tarapacá. Un promedio de 20 barras de plata "piña" o "en pasta" (libre de impurezas) llegaban a Tacna cada mes. Zela se encargaba de fundirlos en una callana (tiesto) colocada en un horno alimentado por un fuelle de gran tamaño. Acto seguido acuñaba las monedas (pesos y reales) utilizando moldes, cinceles y punzones.
El historiador Lizardo Seiner señala que su sueldo era 91.5 pesos mensuales, lo que le permitía vivir sin sobresaltos, vestir con elegancia y mantener un esclavo. En 1796 contrajo matrimonio con María Natividad Siles, una bella tacneña de apreciable fortuna. Continúa aquí >>