22 abr 2011

LA FAMILIA DE FRANCISCO DE ZELA

Francisco de Zela en una estampilla de 1971.
Imagen: UNJBG.

La familia de Francisco de Zela 

En una entrada anterior mencionamos a sus padres: Alberto de Zela y Neyra (gallego) y María de las Mercedes Arizaga y Hurtado de Mendoza (chalaca). Ahora tenemos los nombres de sus cinco hermanos: María Tadea (nacida en 1763), Bartolomé José (1765), Feliciano Antonio (1767), Juan Miguel (1770) y Domingo Antonio (1773). El menor de todos acompañó a Francisco de Zela cuando éste se trasladó a Tacna por orden de su padre en 1786, y vivieron juntos hasta 1793, año en que Domingo contrajo matrimonio. Después de la fracasada rebelión de Francisco de Zela fue Juan Miguel (sacerdote) quien hizo todos los esfuerzos posibles para aminorar su sentencia en la Real Audiencia y el que asistió económicamente a la esposa e hijos del prócer encarcelado.

En 1796, Francisco de Zela contrajo matrimonio con María Natividad Siles y Antequera, joven tacneña, heredera de una importante fortuna. En los 15 años que estuvieron juntos tuvieron 9 hijos, cinco varones y cuatro mujeres: María Flora (nacida en 1797), María Manuela (1799), José Santiago (1800), Emerenciana (1802), José Santos (1803), José Manuel (1805), José Buenaventura (1806), María del Rosario (1807) y Lucas Miguel (1810). Cuando en 1815, Francisco de Zela fue sentenciado a diez años de prisión en el Castillo de Chagres (Panamá) suplicó a su esposa que le permitiera viajar con José Manuel. Doña María Siles, dudó mucho, pero finalmente aceptó. Por desgracia, nunca más vería al pequeño: falleció en 1817 víctima de una enfermedad tropical.

También se debe mencionar a los compadres. Zela tuvo varios, pero dos fueron muy cercanos a su familia: Don Ramón Copaja, cacique de Tarata, padrino de sus dos últimos hijos, y don Cipriano de Vargas, a cuya hija Juana Rosa nuestro prócer apadrinó. Ambos fueron grandes amigos de Francisco de Zela y participaron decididamente en la rebelión de 1811. Continúa aquí >>

21 abr 2011

CARICATURAS DE PRESIDENTES DEL PERÚ

El jueves 14 de abril la Biblioteca Nacional del Perú inauguró la exposición titulada "La Rebelión de los lápices. El Perú del siglo XIX en caricaturas, donde se muestran cientos de dibujos de personajes históricos y sucesos políticos de las primeras décadas de vida republicana. 





Los gráficos pertenecen a los periódicos y revistas que se valieron del arte para influir en la opinión pública, ensalzando o denigrando a los gobernantes de turno. Por ejemplo, se puede ver a los presidentes Ramón Castilla, Andrés Avelino Cáceres y Nicolás de Piérola retratados como defensores del pueblo o como tiranos sin compasión. También hay ilustraciones de los conflictos que tuvimos con Chile y Ecuador.

La exhibición está abierta al público hasta el domingo 29 de mayo, de 8.30 a.m a 8.30 p.m. La dirección es avenida de la Poesía 160, San Borja. El ingreso es gratuito y se permite tomar fotografías.






Caricaturas de Presidentes del Perú (siglo XIX) 
Fotos: Freddy Gómez 

Ramón Castilla.

Rufino Echenique. Mariano Ignacio Prado. Manuel Pardo y Lavalle. Andrés Avelino Cáceres. Nicolás de Piérola.



19 abr 2011

EL TRABAJO DE FRANCISCO DE ZELA

Retrato de Francisco de Zela perteneciente al Centro de Estudios Históricos Militares del Perú. Foto: Freddy Gómez.

El trabajo de Francisco de Zela 

De 1792 a 1811, Francisco de Zela y Arizaga trabajó como "fundidor, ensayador y balanzario" de la Caja Real de Tacna. Este empleo requería de conocimientos especializados en el manejo de instrumentos para la fabricación monedas. Por suerte, había sido un aplicado alumno de su propio padre, quien había comprado el cargo en 1771.

El metal que beneficiaba Francisco de Zela provenía de la mina de Huantajaya, ubicado en el desierto de Tarapacá. Un promedio de 20 barras de plata "piña" o "en pasta" (libre de impurezas) llegaban a Tacna cada mes. Zela se encargaba de fundirlos en una callana (tiesto) colocada en un horno alimentado por un fuelle de gran tamaño. Acto seguido acuñaba las monedas (pesos y reales) utilizando moldes, cinceles y punzones.

El historiador Lizardo Seiner señala que su sueldo era 91.5 pesos mensuales, lo que le permitía vivir sin sobresaltos, vestir con elegancia y mantener un esclavo. En 1796 contrajo matrimonio con María Natividad Siles, una bella tacneña de apreciable fortuna. Continúa aquí >>