26 abr 2010

LA EXPEDICIÓN DE ALONSO DE OJEDA

Alonso de Ojeda. Dibujo: Suárez del Árbol.

La expedición de Alonso de Ojeda
Texto: Freddy Gómez

Alonso de Ojeda, veterano de la Guerra de Granada y compañero de Cristóbal Colón en su Segundo Viaje por el Nuevo Mundo, había encabezado dos expediciones (1499 y 1501) por las costas caribeñas de América del Sur. En 1508, cuando vivía en Santo Domingo fue favorecido por las capitulaciones de Burgos, donde fue nombrado gobernador de Nueva Andalucía, la región atlántica de la actual Colombia.

La expedición encabezada por Alonso de Ojeda partió de Santo Domingo rumbo a la conquista de Tierra Firme a fines de 1509. Llevaba 300 hombres, entre los que estaba el extremeño Francisco Pizarro González. Su pariente Hernán Cortés Pizarro, futuro conquistador de México, estuvo a punto de embarcarse, pero se enfermó en la fecha de la partida.

Los españoles desembarcaron en el golfo de Calamar, en la actual Cartagena (Colombia), e inmediatamente fueron atacados por los nativos con sus macanas y flechas envenenadas. En los fieros combates murieron decenas de españoles y cientos de indígenas, cuyas aldeas fueron arrasadas. Ojeda decidió trasladarse en sus navíos hacia el golfo de Urabá, donde ancló y erigió una empalizada, conocida como fortín San Sebastián el 20 de enero de 1510. Para su mala suerte la zona pertenecía a indígenas feroces que de inmediato lucharon con denuedo para expulsar a los intrusos. La situación empeoró cuando se acabaron los alimentos y un flechazo envenenado hirió la pierna del capitán. Ojeda se hizo aplicar un hierro candente en la herida para salvar su vida, pero se vio obligado a regresar a Santo Domingo para recuperarse y volver con refuerzos y provisiones.

Se quedaron en San Sebastián cerca de setenta hombres. Para comandarlos durante su ausencia Alonso de Ojeda nombró al trujillano Francisco Pizarro, lo que fue aceptado por todos los soldados, testigos de su valentía y buen juicio en los momentos más difíciles de la expedición. El nuevo jefe era joven y fuerte, tenía 32 años de edad. Continúa aquí >>

21 abr 2010

FRANCISCO PIZARRO EN SANTO DOMINGO

Francisco Pizarro participó en la guerra contra los indígenas de Santo Domingo. Dibujo: Theodore de Bry.

Francisco Pizarro en Santo Domingo
Texto: Freddy Gómez

Santo Domingo había sido fundada en agosto de 1496 por Bartolomé Colón, el hermano del famoso Almirante genovés. La pequeña ciudad era la capital de la isla La Española, cuando en abril de 1502 llegó el joven extremeño Francisco Pizarro González. Era uno de los 2400 cristianos que cruzaron el Atlántico junto a don Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de la isla, nombrado por los Reyes Católicos.

Durante siete años Francisco Pizarro vivió en Santo Domingo, participando en muchas de las campañas de “conquista y pacificación” que organizó el gobernador contra los indios taínos, todas crueles y sanguinarias. Incluso, es muy probable que haya presenciado el ahorcamiento de la cacica Anacaona, famosa lideresa de la resistencia indígena en el Caribe.

Pero Pizarro no solo adquirió experiencia en la guerra contra los indígenas, sino también en las tareas de colonización y reparto de las encomiendas. Sin duda, estuvo presente en la fundación de varios de los diecisiete villas que nacieron durante el régimen de Ovando. El historiador Antonio del Busto afirma que Ovando fue el modelo que inspiró a Francisco Pizarro cuando más tarde fue gobernador de Nueva Castilla.

Fueron, también, siete años los que Ovando gobernó La Española. En este periodo logró acumular miles de pesos en oro, los que embarcó rumbo a España en setiembre de 1509. Francisco Pizarro no se había enriquecido tanto como esperaba y decidió quedarse a la espera de nuevas oportunidades en otras tierras del Nuevo Mundo. A fines del mismo año pisaba por primera vez América del Sur. Continúa aquí >>

16 abr 2010

LA JUVENTUD DE FRANCISCO PIZARRO

El joven Francisco Pizarro hacia 1495. Dibujo: Suárez del Árbol.

La juventud de Francisco Pizarro
Texto: Freddy Gómez

Extremadura es una región con buenos campos para la crianza de animales. Los abuelos maternos del adolescente Francisco Pizarro tenían algunas vacas y cerdos, que seguramente el muchacho ayudaba a pastar. Pero al acercarse a los dieciocho años, se cansó de las rudas faenas de la ganadería y decidió abandonar su natal Trujillo para ser soldado como su esquivo papá. Era mediados de la década de 1490 y el rey Fernando “El Católico” necesitaba incrementar sus tropas en el sur Italia. Hasta Nápoles llegó Francisco Pizarro, poniéndose a las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Después de participar durante casi cinco años en exitosas campañas contra los franceses, terminó la guerra y Pizarro debió retornar a España.

Era el año 1500, y el joven extremeño decidió buscar nuevos campos de combate para enriquecerse sirviendo al Rey y a la cristiandad. Las noticias de los viajes colombinos llegaron a sus oídos, y comenzó a interesarse por las tierras que aún se creían como parte de Lejano Oriente. Para su fortuna, a fines de 1501 se ultimaban los preparativos de don Nicolás de Obando para embarcarse rumbo a la isla La Española, donde ejercería el cargo de Gobernador. Pizarro se enroló en uno de los treinta y dos barcos de la flota que zarpó de Sevilla. En 1502, a los 24 años de edad, cruzó por primera vez el Océano Atlántico y llegó a La Española. Lo imaginamos ingresando a Santo Domingo, jurando no regresar a España sin haber alcanzado la riqueza, la fama y el honor que desde niño había soñado. Continúa aquí >>