Juan Candela Alva
El gran impulsor de la denominada ley chinesca fue Domingo Elías, un difusor de ideas liberales en los años de 1840 y 1850, quien como ya vimos fue el primero que introdujo colonos chinos en nuestro país. Elías fue quien presionó al Congreso Nacional para que el 17 de noviembre de 1849 promulgue la Ley de inmigración que estaba orientada a traer culíes (colonos) al Perú.
En el primer considerando de la ley de inmigración o chinesca (como fue conocida popularmente) se planteó que la agricultura se encontraba postrada y en el segundo se menciona que se busca fomentar la industria de la inmigración. Cada capitalista que traiga un colono entre 10 y 40 años a nuestro país, en un número no menos a 50 individuos, recibiría un pago (30 Pesos) del Tesoro Nacional.
Al promulgarse la ley se dio un considerando que otorgaba el negocio de la introducción de los colonos chinos para Lima y La Libertad por cuatro años a Domingo Elías y su socio Juan Rodríguez; esto era descarado porque la ley no sólo ya tenía nombre propio sino que beneficiaba retroactivamente a Domingo Elías en el sentido que le reconocieron los 75 chinos que trajo antes de promulgarse la ley.
Entre otros puntos de la ley tenemos:
El pago por colono podía ser sustituido por la exoneración tributaria para introducir mercaderías en el mismo barco donde llegaban los inmigrantes chinos.
Los colonos introducidos estaban exentos de tributo y de todo servicio militar por el termino de 10 años
Para justificar la importación de chinos se dieron una serie de justificaciones, por ejemplo se decía que en China la vida era muy dura y que los padres asesinaban a sus hijos, así que esa gente estaría agradecida por ofrecerles venir a un país como Perú. Además, también se consideró que los chinos serían baratos, pues ellos estaban acostumbrados a tener una vida paupérrima, o sea que no exigirían muchas cosas como sí lo harían colonos europeos. Un punto a favor de la migración china era que Perú no tenía ninguna relación diplomática con China, así que no tendría que dar explicaciones a sus autoridades.
Cabe recordar que la inmigración china empezó en 1849 y finalizó en 1874 (gobierno de Manuel Pardo y Lavalle). Durante ese lapso de tiempo se calcula que llegaron al Perú unos 90 mil chinos que se dedicaron a diversas actividades, desde las haciendas hasta las islas guaneras.
El gran impulsor de la denominada ley chinesca fue Domingo Elías, un difusor de ideas liberales en los años de 1840 y 1850, quien como ya vimos fue el primero que introdujo colonos chinos en nuestro país. Elías fue quien presionó al Congreso Nacional para que el 17 de noviembre de 1849 promulgue la Ley de inmigración que estaba orientada a traer culíes (colonos) al Perú.
En el primer considerando de la ley de inmigración o chinesca (como fue conocida popularmente) se planteó que la agricultura se encontraba postrada y en el segundo se menciona que se busca fomentar la industria de la inmigración. Cada capitalista que traiga un colono entre 10 y 40 años a nuestro país, en un número no menos a 50 individuos, recibiría un pago (30 Pesos) del Tesoro Nacional.
Al promulgarse la ley se dio un considerando que otorgaba el negocio de la introducción de los colonos chinos para Lima y La Libertad por cuatro años a Domingo Elías y su socio Juan Rodríguez; esto era descarado porque la ley no sólo ya tenía nombre propio sino que beneficiaba retroactivamente a Domingo Elías en el sentido que le reconocieron los 75 chinos que trajo antes de promulgarse la ley.
Entre otros puntos de la ley tenemos:
El pago por colono podía ser sustituido por la exoneración tributaria para introducir mercaderías en el mismo barco donde llegaban los inmigrantes chinos.
Los colonos introducidos estaban exentos de tributo y de todo servicio militar por el termino de 10 años
Para justificar la importación de chinos se dieron una serie de justificaciones, por ejemplo se decía que en China la vida era muy dura y que los padres asesinaban a sus hijos, así que esa gente estaría agradecida por ofrecerles venir a un país como Perú. Además, también se consideró que los chinos serían baratos, pues ellos estaban acostumbrados a tener una vida paupérrima, o sea que no exigirían muchas cosas como sí lo harían colonos europeos. Un punto a favor de la migración china era que Perú no tenía ninguna relación diplomática con China, así que no tendría que dar explicaciones a sus autoridades.
Cabe recordar que la inmigración china empezó en 1849 y finalizó en 1874 (gobierno de Manuel Pardo y Lavalle). Durante ese lapso de tiempo se calcula que llegaron al Perú unos 90 mil chinos que se dedicaron a diversas actividades, desde las haciendas hasta las islas guaneras.