Pedro Arias Dávila, "Pedrarias". Foto: Hawkinsa90 (Flickr).
Primeras expediciones en busca del Imperio de los Incas
Texto: Freddy Gómez
Muchos historiadores opinan que las noticias sobre un fabuloso reino a orillas del Mar del Sur que dio el indio Panquiaco a Vasco Núñez de Balboa se referían al Imperio de los Incas. En el golfo de San Miguel, ya en el Pacífico panameño, el cacique Tumaco le confirmó a Balboa que “por aquella costa en adelante había grande cantidad de oro, y ciertos animales sobre que ponían sus cargas las gentes della”, incluso dibujó en la arena “las ovejas de aquella tierra”, o sea las llamas del Tahuantinsuyo. Esto ocurrió a finales de 1513.
Como vimos en la biografía de Balboa, este caudillo anhelaba liderar la conquista de las prometedoras tierras del Sur, pero en 1514 llegó el nuevo gobernador Pedro Arias Dávila, quien le puso mil y un obstáculos, llegando al extremo de ordenar su captura y decapitación en 1519. El mismo año de su llegada a Santa María de la Antigua, "Pedrarias" le encargó al capitán gallego Francisco de Becerra encabezar una expedición por la costa del Mar del Sur. Becerra cruzó el istmo de Panamá y llegó al golfo de San Miguel. Aquí tuvo noticias de tierras muy ricas hacia el suroriente, pertenecientes a un cacique llamado Birú. Entonces, siguió navegando, pasó por la región de Chochama y descubrió la punta de Garachine, donde termina el golfo de San Miguel. No se atrevió a arriesgarse más y a comienzos de 1515, regresó a Santa María de la Antigua saqueando las aldeas indígenas que encontraba en su camino.
Casi de inmediato, Pedrarias envió al capitán Gaspar de Morales rumbo a las islas de Terarequí, conocidas también como el archipiélago de las Perlas. Llevó ciento cincuenta hombres y su lugarteniente fue Francisco Pizarro. Al llegar al golfo de San Miguel los hispanos capturaron algunas canoas y avanzaron hacia el archipiélago, donde después de fieros combates contra los nativos de apoderó de varias canastas repletas de perlas. Regresando a la costa, Morales y Pizarro decidieron atravesar la punta de Garachine, para conocer al cacique Birú, poseedor de muchas riquezas. Escogieron sesenta hombres y enrumbaron hacia el sur, pero fracasaron por la enconada resistencia de los indios. De regreso a Santa María de la Antigua, incendiaron varios pueblos y mataron muchos prisioneros, incluso mujeres y niños. Continúa aquí >>
Como vimos en la biografía de Balboa, este caudillo anhelaba liderar la conquista de las prometedoras tierras del Sur, pero en 1514 llegó el nuevo gobernador Pedro Arias Dávila, quien le puso mil y un obstáculos, llegando al extremo de ordenar su captura y decapitación en 1519. El mismo año de su llegada a Santa María de la Antigua, "Pedrarias" le encargó al capitán gallego Francisco de Becerra encabezar una expedición por la costa del Mar del Sur. Becerra cruzó el istmo de Panamá y llegó al golfo de San Miguel. Aquí tuvo noticias de tierras muy ricas hacia el suroriente, pertenecientes a un cacique llamado Birú. Entonces, siguió navegando, pasó por la región de Chochama y descubrió la punta de Garachine, donde termina el golfo de San Miguel. No se atrevió a arriesgarse más y a comienzos de 1515, regresó a Santa María de la Antigua saqueando las aldeas indígenas que encontraba en su camino.
Casi de inmediato, Pedrarias envió al capitán Gaspar de Morales rumbo a las islas de Terarequí, conocidas también como el archipiélago de las Perlas. Llevó ciento cincuenta hombres y su lugarteniente fue Francisco Pizarro. Al llegar al golfo de San Miguel los hispanos capturaron algunas canoas y avanzaron hacia el archipiélago, donde después de fieros combates contra los nativos de apoderó de varias canastas repletas de perlas. Regresando a la costa, Morales y Pizarro decidieron atravesar la punta de Garachine, para conocer al cacique Birú, poseedor de muchas riquezas. Escogieron sesenta hombres y enrumbaron hacia el sur, pero fracasaron por la enconada resistencia de los indios. De regreso a Santa María de la Antigua, incendiaron varios pueblos y mataron muchos prisioneros, incluso mujeres y niños. Continúa aquí >>