Dibujo: Adriana Méndez.
El 16 de junio de 1822 Simón Bolívar ingresó triunfante a Quito. Una multitud lo ovacionaba, cuando desde un balcón Manuelita Sáenz arrojó una corona de rosas y laureles que cayó en el pecho del Libertador. El héroe, sorprendido, levantó la mirada y vio a la hermosa joven que se ruborizaba. Entonces la saludo agitando el sombrero, mientras sus ojos quedaban cautivados por la bella ecuatoriana. La misma noche fueron presentados en la velada que se brindó en casa del patriota Juan Larrea. Simón y Manuela quedarían unidos para siempre.
A continuación tenemos un vídeo de aquel memorable encuentro. Las escenas pertenecen a la serie ""Bolívar" de Betty Kaplan.
Simón Bolívar, el Libertador; también habría que llamarle "el Conquistador".
ResponderBorrarSaludos.
Hola Arturo
ResponderBorrarEn Paita, tuve oportunidad de visitar la casa donde habitó Manuelita Saenz. Ese día un morador, me señaló una nueva dirección para la supuesta casa de doña Manuelita.
En la casa que visité, quien vive actualmente allí, me mostró un magnífico cuadro de la Saenz.
Emil Lurwig, en su biografía sobre Bolivar, señala una de las repuestas que Manuelita, alcanzó a quien fue su legítimo esposo y de quien nunca legalmente se separó: "Usted me dice, que me perdona. Que debo yo atender a la voluntad del Padre...y que me interesa el padre, el hijo o la Trinidad Completa. Convénzase señor Thorne, yo ya conocí al libertador"
Hay también un libro del ecuatoriano Alfonso Rumazo Gonzáles y otro muy ilustrativo de Victor Von Hagen: Las Cuatro Estaciones de Manuelita Saenz.
Saludos
Carlos el baterillero