Estatua de Francisco Pizarro en su natal Trujillo de Extremadura (España). Foto: Cayetano Gea
En 1509, Francisco Pizarro González tenía 33 años de edad, y aún no había hecho fama ni fortuna. Pero el mismo año decidió embarcarse en la expedición de Alonso de Ojeda rumbo a Nueva Andalucía, a invadir y conquistar territorios de la actual Colombia. Tuvo que pasar infinitas peripecias y peligros para que recién en 1529 consiga algo realmente grande: la Capitulación de Toledo, que lo nombraba adelantado y gobernador de Nueva Castilla.
Conmemorando los 500 años de su llegada a América del Sur, en estos meses le dedicaré muchas entradas a Francisco Pizarro y su tiempo, con artículos, fotos y vídeos que nos permitirán acercarnos mejor a lo que pasó en aquellos dolorosos y, a la vez, fecundos años en que nació nuestro Perú.
Les dejo un mapa semántico que elaboré en Mindomo con datos importantes del "Marqués Conquistador":
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Estatua de Francisco Pizarro en Lima, ciudad que fundó en 1535. Foto: James Preston
Por suerte dejamos de lado, o lo estamos intentando, el odio acérrimo hacia los conquistadores. Acaso nuestros indígenas (digo nuestros porque habitaron América, aunque yo lamentablemente no tenga sangre autóctona, sino europea) no conquistaron y subyugaron a otros pueblos?
ResponderBorrarCortés y Pizarro no son de mi simpatía, pero ellos, como tantos otros, han forjado la identidad de la que goza América hoy en día. Y eso es un hecho innegable.
Buena entrada y espero más. Saludos!
Señor Gómez:
ResponderBorrarEn la escuela aprendí que los socios de la conquista del Perú fueron Pizarro, Almagro y Luque. Ahora que ya no me chupo el dedo me asalta una cuestión. Si los dos primeros no eran hombres de fortuna, ¿quién puso el capital? ¿Luque?
Pero incluso en esa época sería raro un cura adinerado. Se me ocurre que Luque era un simple testaferro del verdadero socio capitalista, la iglesia católica.
¿Qué mejor forma de invertir los grandes excedentes de la iglesia romana, que en una conquista de territorios y pueblos?.
Hasta dónde averigüé Luque recibió de premio un obispado, poca cosa para quien participó de socio de la conquista de un reino tan rico como el Perú.
Quizá estas divagaciones lo animen a compartir con nosotros algún dato sobre Hernando de Luque. Los que he encontrado yo en la web son muy escasos.
Pizarro y sus secuaces eran unos aventueros sin escrúpulos desde nuestra visión de hoy. Cierto, pero estamos hablando del siglo XVI. Pensemos que era un analfabeto, nacido en Trujillo (Extremadura), la región más pobre -incluso hoy- de España, pastor de cerdos, nacido a finales de la Edad Media, pero adaptado a los nuevos tiempos del Renacimiento. La verdad es que el aventurero por excelencia. Desde luego era codicioso, como la gran mayoría de aventureros de todo el mundo y no tuvo reparos en matar y traicionar, y acabar asesinado a su vez. No es cuestión de santificarle, ni de demonizarle, pero no creamos que iba a ser ya un demócrata y defensor de los derechos humanos: ¡en el siglo XVI!. Quedémonos con su aventura vital, desde luego muy admirable: con sus miserias y sus grandiosidades. Quedémonos con la fundación del Perú, y de América Latina en general.
ResponderBorrarY ahora la cuestión del imperialismo español: pues claro que sí, como el británico o francés...pero también el inca, el azteca...etc, etc, nadie está limpio. ¿Imaginamos la España actual aborreciendo de la islamización del siglo VIII o la romanización del siglo III a d C? De ambas conquistas descienden los españoles actuales y de ambas prestaciones culturales, sedimento de la España actual, se sienten orgullosos.
Lo que sí era algo ya caduco y condenable era el sistema colonial a finales del siglo XVIII, en el marco de la Ilustración: y que trajo la independencia. El virreinato ya no servía a nadie: ni a españoles, ni a criollos, ni a indios.
Saludos.
Hola Niko, tienes razón, el odio a los españoles no tiene sentido. Y es cierto que en nuestra América antigua hubo pueblos cuyos guerreros mostraban tanta belicosidad y crueldad como muchos hispanos del siglo XVI.
ResponderBorrarHola Roberto. Los historiadores señalan que el socio capitalista de "La Empresa del Levante" fue un comerciante de origen judío afincado en Panamá. Su nombre es Gaspar de Espinoza, y fue él quien usó de testaferro al cura Hernando de Luque.
ResponderBorrarSaludos.
Interesante Juan, los peruanos debemos recordar que descendemos de conquistadores incas y conquistadores españoles; además de tejedores paracas, alfareros mochicas, orfebres chimús, ganaderos aymaras, arquitectos chachapoyas, guerreros chancas ...
ResponderBorrarPrimer punto: Pizarro no era exactamente un dechado de virtudes. Pero, como dice Juan, a estas alturas no podemos demonizar nuestro pasado, sino aceptarlo y punto. Arturo sigue diciendo "el odio a los españoles no tiene sentido", y añado yo: y menos a los de ahora que no pueden hacerse responsables de las tropelías de sus antepasados. Tampoco se entendería que los españoles odiemos o rechacemos a los pobladores, colonizadores o simplemente invasores que pasaron por España: celtas, iberos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos,visigodos,árabes... Para bien o para mal, todo ello forma parte de nuestra historia.
ResponderBorrarVeo Arturo que te ha servido la foto. Un saludo.
Señor Gómez:
ResponderBorrarGracias por atender mi curiosidad sobre Luque. El dato de Gaspar de Espinoza me permitirá hacer más búsquedas en google.
En cuanto a la responsabilidad de los españoles por las atrocidades que cometieron en América, sería muy saludable para ellos y para nosotros que la asumieran.
Porque si reclaman hoy ante los tribunales en nombre de la corona española los tesoros del siglo XVIII recuperados del fondo del mar ¿no deberían responder también por los crimenes perpetrados por lucro, con ferocidad y alevosía en esa época?.
Mucho sería un ofrecimiento de disculpas, como hizo algún pontífice romano en la cuestión de Galileo Galilei.
Pero soy ingenuo porque sospecho que la actitud española es la misma del comisario que nos enviaron en 1864 o la de Juan Carlos Borbón cuando mandó callar a Chávez en 2007.
Si no limpian todavía de su conciencia los miles que de su propia gente mataron Franco y sus secuaces ¿qué les importarán los millones que exterminaron en América hace varios siglos?
Bueno señor Bárcena, la verdad es que no tengo nada que decir a su comentario pero, le haré una pregunta. ¿Realmente cree que con esa disculpa se solucionarían los problemas de América Latina? Los historiadores serios ya sabemos el precio de las atrocidades, que no fueron tantas... ni tan pocas. Pero ya hemos hablado de los aciertos, que ni fueron tantos... ni tan pocos. Aunque creo quie el gran acierto es la inmigración actual, que creo hace una buena labor mutua.
ResponderBorrarMire Sr. Bárcena, ya que habla del franquismo. Los españoles de hoy sabemos de esos crímenes y de la complicidad de los yankees en esa guerra y mantenimiento de la dictadura, pero....por dar la paliza con la maldad de los Yankees y de Franco no saldríamos adelante. En los años 60 nos dejamos de lamentaciones y empezamos a trabajar para salir del subdesarrollo y hacernos una democracia digna. Si los franceses y demás siguieran achacando a Hitler sus males, seguirían en ruinas.
Respecto a Chaves, pues bueno, creo que si las comparaciones son odiosas creo que el Borbón con Chaves pues es más que odiosa. Que conste que no soy monárquico, pero si Venezuela camina a la dictadura personal pues adelante. Si Chaves es el modelo para América Latina, pues creo que sus venas seguirán desgraciadamente mucho tiempo abiertas.