Sin la ayuda del primer gobierno aprista Alberto Fujimori jamás hubiera derrotado a Mario Vargas Llosa. Foto: Catrina
Por Marco Sifuentes me entero de la última confesión sincera de Alan García: “En Perú el presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado”. Y por Alejandro Godoy llegué a un escalofriante relato del periodista Beto Ortiz que en 1990 trabajó en Página Libre, un diario auspiciado por el gobierno saliente para destruir la candidatura de Vargas Llosa y levantar a toda costa la de Fujimori.
Fragmento de "Yo trabajé para Alan García" de Beto Ortiz
"La que sí es cierta, ya lo dije, es la afirmación que da título a esta nota: en 1990, cuando Vargas Llosa cabalgaba incontenible rumbo a palacio, el aún presidente García, convencido de que su candidato, Luchito Alva, sería un fiasco y desesperado por encontrar una figura que pudiera hacerle frente al monolítico Fredemo, envió a su ministro del interior, el entonces temido Agustín Mantilla a conferenciar con un candidato diminuto que concentraba entonces el 5% de las preferencias electorales: Ezequiel Ataucusi. De aquella incursión en el templo israelita, Mantilla regresó estupefacto: no, ese no era el hombre. Alan rumió su decepción abofeteando el aire con su impávido mechón. No importaba, tarde o temprano, algo se le ocurriría.
- Buenas tardes, doctor García
- ¿Señor Ortiz? Buenas tardes, me han hablado mucho de usted.
- Bueno, supongo que debo empezar por contarle algo sobre mi programa, cuando usted salió del Perú yo era redactor de un periódico, usted no me conoce...
- Cómo no voy a conocerlo, señor Ortiz. Usted ha trabajado para mí.
- ¿?- ¿Para usted?, ¿entonces era cierto lo que decían sobre el diario "Página Libre"?
- ¿Qué decían?
- Que usted era el propietario.
- (Sonrisa leve y casi imperceptible). Bueno, no era sólo mío. Cuando constatamos la fuerza que tenía Vargas Llosa en los medios, nos dimos cuenta que la única forma de hacerle frente era poner un periódico y le encargamos al gordo Guillermo Thorndike que lo dirigiera.
- Entonces, esa debilidad de Thorndike por los presidentes no es nueva.
- Sí, pues. Quién lo viera y quién lo ve, ¿no? Increíble. Pero "Página Libre" era un buen diario, alternativo, bien escrito?
- Y fue el diario que inventó a Fujimori. Recuerdo que el Gordo siempre se jactaba de eso: ¡Con "La República" inventé a Alan García y con "Página Libre" inventé a Fujimori! -decía.- Ah, sí, ¿no? ¿Eso decía?
- Sí.
- ¡Ja, ja, ja! Qué buena raza, oiga!
- ¿Por qué?
- (Sonrisa amplia, casi cachosa) Oiga, señor Ortiz, hágame el favor: ¿quién cree usted que inventó a Fujimori? "
Publicado en Terra.
Junio del 2000
- Buenas tardes, doctor García
- ¿Señor Ortiz? Buenas tardes, me han hablado mucho de usted.
- Bueno, supongo que debo empezar por contarle algo sobre mi programa, cuando usted salió del Perú yo era redactor de un periódico, usted no me conoce...
- Cómo no voy a conocerlo, señor Ortiz. Usted ha trabajado para mí.
- ¿?- ¿Para usted?, ¿entonces era cierto lo que decían sobre el diario "Página Libre"?
- ¿Qué decían?
- Que usted era el propietario.
- (Sonrisa leve y casi imperceptible). Bueno, no era sólo mío. Cuando constatamos la fuerza que tenía Vargas Llosa en los medios, nos dimos cuenta que la única forma de hacerle frente era poner un periódico y le encargamos al gordo Guillermo Thorndike que lo dirigiera.
- Entonces, esa debilidad de Thorndike por los presidentes no es nueva.
- Sí, pues. Quién lo viera y quién lo ve, ¿no? Increíble. Pero "Página Libre" era un buen diario, alternativo, bien escrito?
- Y fue el diario que inventó a Fujimori. Recuerdo que el Gordo siempre se jactaba de eso: ¡Con "La República" inventé a Alan García y con "Página Libre" inventé a Fujimori! -decía.- Ah, sí, ¿no? ¿Eso decía?
- Sí.
- ¡Ja, ja, ja! Qué buena raza, oiga!
- ¿Por qué?
- (Sonrisa amplia, casi cachosa) Oiga, señor Ortiz, hágame el favor: ¿quién cree usted que inventó a Fujimori? "
Publicado en Terra.
Junio del 2000