12 feb 2009

FRASES DE CHARLES DARWIN SOBRE EL PERÚ

Poco antes de llegar a las islas Galápagos, Charles Darwin pasó por el Perú y estuvo en Lima entre el 19 de julio y el 30 de agosto de 1835. Lamentablemente no se llevó una buena impresión de nuestra Patria, que en ese tiempo estaba agobiado por las guerras civiles entre los caudillos militares Luis José de Orbegoso y Andrés de Santa Cruz versus Agustín Gamarra y Felipe Santiago Salaverry.

En el blog El Reportero de la Historia encontré los siguientes fragmentos escritos por el científico inglés en su famoso Diario del Beagle describiendo la terrible situación del Perú en los inicios de la etapa republicana:

Sobre el Caudillaje Militar:
“Ninguna república en Sudamérica, desde la declaración de la Independencia, ha sufrido más de la anarquía que el Perú. Al tiempo de nuestra visita había cuatro jefes militares en armas conteniendo por la supremacía en el gobierno. Si uno de ellos lograba por un tiempo ser muy poderoso los otros se coligaban contra él; pero tan pronto como ellos resultaban victoriosos surgía la hostilidad entre uno y otro…".

Sobre Salaverry y su "guerra a muerte" contra Santa Cruz:
“El otro día en el aniversario de la Independencia se cantó una solemne misa en la cual el Presidente Salaverry tomó parte. Durante el Te Deum laudanus, en lugar de que cada regimiento desplazara la bandera peruana, izaban un pabellón negro en la que aparecía una calavera. ¡Imagínense un gobierno bajo el que tal espectáculo pueda ordenarse, en una ocasión así, típica de su determinación de lucha hasta la muerte! Este estado de cosas apareció muy desafortunado para mí, pues me impidió hacer ninguna excursión más allá de los límites de la ciudad…”.

Sobre la ciudad de Lima:
“Lima se halla ahora en lamentable estado de decadencia. Las calles casi no tienen pavimento, y montones de basura se acumulan en todas direcciones, donde los negros gallinazos, mansos como pollos, recogen jirones de desperdicios. Las casas tienen, generalmente, una planta alta así construidas teniendo en cuenta los terremotos con maderas y barro; pero algunas viejas residencias, usadas ahora por varias familias, son inmensamente grandes y rivalizarían en lujo de apartamentos con las más magnificentes de cualquier parte. Lima, la Ciudad de los Reyes, debe haber sido en el pasado una capital espléndida. El extraordinario número de templos la da, aún en el presente un carácter peculiar e impresionante, especialmente cuando se la mira de alguna distancia”.