En 1541 los amigos de Almagro asesinaron a Pizarro.
Dibujo: Suárez del Árbol.
Desde 1538 los almagristas, llamados también "los de Chile", sufrían la pobreza, y eran despreciados por los pizarristas. Muchos de ellos habían jurado vengarse, pero solo un grupo encabezado por Juan de Rada lo venían preparando todo desde comienzos de 1541.
Vivían en un solar del centro de Lima, al costado de la Catedral, y sus objetivos eran claros: asesinar a Francisco Pizarro y encumbrar a Diego de Almagro "El Mozo".
El Gobernador fue alertado por varias amistades, pero creía que eran chismes sin fundamento, y no quería encarcelar a los sospechosos.
El domingo 26 de junio de 1541, mientras Francisco Pizarro se alistaba para el almuerzo al mediodía, reunido con una veintena de invitados, en el segundo piso de su casa. De pronto un criado dio la voz de alarma. Habían ingresado los almagristas al primer nivel y gritaban preguntando "¡Dónde está el tirano!"
El viejo conquistador se asomó por la escalera y confirmó el peligro, al regresar al comedor vio que casi todos sus invitados habían fugado por las ventanas. Solo se quedaron su hermano Martín de Alcántara, su amigo Gómez de Luna y sus pajes Tordoya y Várgas.
Los de Chile llegaron donde los 5 valientes que los esperaban con espadas en mano. Se entabló un desigual combate, donde fueron cayendo los defensores de Pizarro. Sólo quedó el viejo conquistador que se batió con bravura, hasta que una estocada le atravesó la garganta. Cuando aún respiraba en el piso, un almagrista levantó un pesado jarrón y se lo arrojó a la cabeza. Los asesinos salieron gritando: "¡Viva el Rey, muerto está el tirano!".
Murió Francisco Pizarro, pero la sangre de los conquistadores y sus hijos seguirá derramándose por muchos años más, como una ofrenda española a las ricas tierras del Perú. Continúa aquí >>
La muerte de Francisco Pizarro
Desde 1538 los almagristas, llamados también "los de Chile", sufrían la pobreza, y eran despreciados por los pizarristas. Muchos de ellos habían jurado vengarse, pero solo un grupo encabezado por Juan de Rada lo venían preparando todo desde comienzos de 1541.
El Gobernador fue alertado por varias amistades, pero creía que eran chismes sin fundamento, y no quería encarcelar a los sospechosos.
El domingo 26 de junio de 1541, mientras Francisco Pizarro se alistaba para el almuerzo al mediodía, reunido con una veintena de invitados, en el segundo piso de su casa. De pronto un criado dio la voz de alarma. Habían ingresado los almagristas al primer nivel y gritaban preguntando "¡Dónde está el tirano!"
El viejo conquistador se asomó por la escalera y confirmó el peligro, al regresar al comedor vio que casi todos sus invitados habían fugado por las ventanas. Solo se quedaron su hermano Martín de Alcántara, su amigo Gómez de Luna y sus pajes Tordoya y Várgas.
Los de Chile llegaron donde los 5 valientes que los esperaban con espadas en mano. Se entabló un desigual combate, donde fueron cayendo los defensores de Pizarro. Sólo quedó el viejo conquistador que se batió con bravura, hasta que una estocada le atravesó la garganta. Cuando aún respiraba en el piso, un almagrista levantó un pesado jarrón y se lo arrojó a la cabeza. Los asesinos salieron gritando: "¡Viva el Rey, muerto está el tirano!".
Murió Francisco Pizarro, pero la sangre de los conquistadores y sus hijos seguirá derramándose por muchos años más, como una ofrenda española a las ricas tierras del Perú. Continúa aquí >>