16 may 2010

EL ONCENIO DE LEGUÍA Y EL DECENIO DE FUJIMORI

Augusto B. Leguía en portada del Time (setiembre de 1930).
Foto: Archivo Life.


Entre el Decenio de Fujimori y el Oncenio de Leguía. Una historia comparada.

Fueron los dos dictadores civiles más importantes del siglo XX peruano. Fujimori y Leguía marcaron época a su modo. Sus semejanzas son más que evidentes, pero algunas de ellas han pasado desapercibidas. A continuación mencionaremos los puntos en común de estos dos personajes; cuyas huellas son muy profundas en la política peruana, para bien o para mal.

Por: Eddy Romero Meza

Entre la “Patria Nueva” y “Cambio 90”

Leguía y Fujimori fueron profesionales provenientes de la clase media. Ambos adoptaron en 1919 y 1990 respectivamente, fuertes discursos populistas de transformación social. De este modo, derrotaron a los candidatos de la derecha política de la época: el civilista Ántero Aspíllaga y el fredemista Mario Vargas Llosa.

Bajo el lema de la “Patria Nueva” (nombre tomado de un artículo del simpatizante leguiísta Abraham Valdelomar) Leguía prometerá una renovación de la política nacional. Por su parte Fujimori a través del lema “Honradez, tecnología y trabajo” y su agrupación cambio 90, asegurará a los peruanos, un profundo cambio en la vida política del país. Esta demás decir, que ambos devinieron en regímenes fuertes o dictaduras civiles.

Para asegurar su posición como gobernantes Leguía y Fujimori, se valieron de golpes de estado, que les permitieron cambiar la constitución política. De este modo la constitución de 1860 fue sustituida por la constitución leguiísta de 1920 y la constitución de 1979 fue reemplazada por la constitución fujimorista de 1993.

También conviene destacar, que tras el ascenso de ambos gobernantes, sobreviene una crisis o extinción de los grupos o partidos tradicionales de la época. El partido Civil, Demócrata y Constitucional durante los años 20s; y Acción Popular, el APRA, IU y el PPC, durante los noventas.

Leguía y Fujimori, son los únicos presidentes de la historia peruana que lograron reelegirse dos veces. Para ello se valieron de sus mayorías en el congreso. Leguía aplicando dos enmiendas a la constitución (1923 y 1927) y Fujimori mediante una ley de “interpretación autentica” de la constitución. Sin embargo, el tercer mandato de ambos, no dura más de un año.

El autoritarismo fue notorio en ambos regímenes. Esto se expresó a través de la organización de una policía secreta a cargo de Damián Mústiga, en el caso de Leguía y la creación del SIN, manejado por Vladimiro Montesinos, en el caso de Fujimori. En esta misma línea, destaca la intervención sobre los medios de prensa. Recuérdese el caso del diario La Prensa en los años veintes y el canal 2 en los años noventas.

Alberto Fujimori en portadas nacionales (setiembre de 2007).
Foto: Javi270270 (Flickr).


De Leticia a Tiwinza

A nivel internacional, ambos gobernantes, tuvieron problemas fronterizos con vecinos del norte. Las negociaciones culminaron en acuerdos que implicaron cesión territorial. De este modo, Leguía entrega el trapecio amazónico y el poblado de Leticia a Colombia. Mientras Fujimori cede al Ecuador, parte de la zona denominada Tiwinza y facilita el acceso al río amazonas. Gracias a estos acuerdos, Colombia y Ecuador se convierten plenamente en países amazónicos.

Otro punto en común es que ambos establecen negociaciones con Chile durante sus gobiernos. Leguía firma el “Tratado de Lima” con Chile en 1929. Fujimori complementara el mismo acuerdo en 1999.

Los tratados internacionales firmados por estos personajes, son considerados lesivos para los intereses nacionales. En ambos casos, la región más afectada en su soberanía será el departamento de Loreto.

El Washington peruano y el samurái japonés

Leguía y Fujimori en el campo económico y financiero, asumirán una fuerte dependencia hacia el capital extranjero (principalmente norteamericano). El modelo de desarrollo estará basado en la exportación de materias primas (minerales sobre todo). Leguía se convierte en el engreído de las administraciones yanquis, al punto de ser llamado el “Washington peruano”. Fujimori por su lado, se convierte en un notorio aliado estadounidense, y adoptante incondicional del famoso “Consenso de Washington”.

El Perú, durante el régimen de Leguía y Fujimori, gozará de un importante crecimiento económico. Sin embargo, hacia el final de sus gobiernos, el país deberá enfrentar fuertes crisis financieras internacionales: el crack de Wall Street (1929) y la crisis rusa y asiática (1998).

Recuérdese también, que bajo el Oncenio, funciona plenamente la Caja de Depósitos y Consignaciones, mientras que durante el Fujimorato se extiende la labor de la Sunat.

La modernización leguiísta y la modernización fujimorista

Es importante destacar que el Perú, experimentó una notable modernización durante estos periodos. Esta se evidenció, sobre todo, en la transformación de la ciudad y la mejora de las vías de comunicación.

Leguía construye bajo su mandato la red vial nacional. Fujimori invertirá cientos de millones en la construcción de pistas al interior del país.

Las comunicaciones experimentan una revolución: aparece la radio (OAX) bajo el oncenio e internet (RCP) durante el fujimorato.

Recuérdese además, que el Perú participó bajo Leguía y Fujimori en las Expos de Sevilla de este siglo: 1929 y 1992.

Coinciden ambos gobiernos también, en la aparición de fortísimos fenómenos de El Niño (1927 y 1998). Así como, en la proximidad o alianza con sectores de la iglesia. El arzobispo Lissón en el caso de Leguía, y el arzobispo Cipriani en el caso de Fujimori.

El ocaso de Leguía y Fujimori.

El autoritarismo y el propósito de perpetuarse en el poder, fueron dos factores comunes en el fin de estos regímenes. A esto se suma, el contexto de crisis económica derivada de la crisis financiera mundial.

Leguía y Fujimori, fugaran del país con suertes distintas, pero al final, terminaran en el banquillo de los acusados. Son los únicos casos de presidentes procesados por la justicia peruana.

A ambos les sucederán veteranos políticos sureños: el cusqueño Valentín Paniagua y el abancaíno Samanéz Ocampo. Sus gobiernos serán provisionales, pero de notable gestión. En ambos cabe destacar, el mejoramiento (y adecentamiento) del sistema electoral peruano.

Curiosidades de Leguía y Fujimori

Datos singulares en torno a Fujimori y Leguía, han sido advertidos a lo largo de estos años. Estos son algunos de ellos:

- Leguía era nipófilo y fomentó mucho la inmigración japonesa.

- Vivieron solitarios en Palacio: Leguía como viudo; Fujimori como divorciado.
- La libra peruana valía US$3.67 a la caída de Leguía. El dólar estaba a S/.3.67 en vísperas de la segunda vuelta del 2001.

- Leguía asumió la Compañía Peruana de Vapores; Fujimori la liquida.

- La aerolínea Faucett se funda bajo Leguía. Se cierra con Fujimori.

- Desecharon a sus herederos aparentes (Germán Leguía y Jaime Yoshiyama).

- Leguía deportó a Haya y Fujimori persiguió a García.

- A los sureños Samanez Ocampo y Valentín Paniagua, les sucedieron dos norteños: el piurano Sánchez-Cerro y el ancashino Toledo.

Fuentes:

- Historia de la República del Perú. Jorge Basadre Grohmann.
- Fujimori y Leguía. Antonio Zapata. Diario La República. 9 de enero de 2008.
- Paralelos históricos. Aldo Mariátegui. Diario Correo.16 de Febrero de 2009.

14 may 2010

LA EXPEDICIÓN DE PASCUAL DE ANDAGOYA

Manglares del Pacífico colombiano, explorado por Andagoya en 1522.
Foto: Arizacarolina (Flickr).


La expedición de Pascual de Andagoya
Texto: Freddy Gómez

En 1522, el vasco Pascual de Andagoya ejercía el cargo de Visitador General de los Indios de Castilla de Oro. Un día, explorando el golfo de San Miguel, los indígenas le informaron que pasando la punta de Garachine reinaba un poderoso y rico cacique llamado Birú o Pirú. Andagoya decidió avanzar hacia esas tierras “que hasta entonces no se había descubierto”.

Después de siete días de navegación por la costa encontró el navegable río Baudó. Al remontarlo algunas leguas, encontró una fortaleza de indios que lo atacaron tenazmente. Terminando el combate Andagoya y sus hombres aceptaron la rendición del cacique Birú, quien para ganarse la amistad de sus captores ofreció ayudarles en explorar más al sur, en la región del Chocó (Colombia). Navegando por la costa llegaron al río San Juan, en cuyo delta se volcó la canoa que llevaba al capitán español, quien quedó herido y ordenó retorno.

Llegando a Panamá, Andagoya escribió varios informes y cartas, donde, en lugar de Birú o Pirú, decía haber descubierto las tierras de “Perú”. El historiador Miguel Maticorena Estrada descubrió el documento más antiguo donde aparece la palabra Perú. Tiene como fecha el 23 de julio de 1523, y se refiere como “provincia del Perú” a las tierras colombianas que exploró Andagoya el año anterior. Poco años después, los españoles llamarían Perú al Imperio de los Incas. Continúa aquí >>

11 may 2010

BIOGRAFÍA DE CORNELIO SAAVEDRA

Cornelio Saavedra, líder de la Revolución de Mayo de 1810.
Pintura: B.Marcel.


Biografía de Cornelio Saavedra

Cornelio Saavedra y Rodríguez nació el 17 de septiembre de 1759 en Potosí, cuando era un corregimiento del Virreinato del Perú. Sus padres fueron los terratenientes criollos Santiago Saavedra y Teresa Rodríguez. Cuando tenía 8 años fue llevado a Buenos Aires para ser matriculado en el Colegio Real de San Carlos, donde fue un destacado estudiante. Desde 1776 se dedicó a la administración de las fincas familiares.

En 1787, ingreso al Cabildo de Buenos Aires para ocupar diversos cargos administrativos. Al año siguiente contrajo matrimonio con María Cabrera y Saavedra, su prima hermana. En 1801, se convirtió en Alcalde de Primer Voto y en 1805 fue nombrado Administrador de Granos, para encargarse del abastecimiento de trigo y harina en la Capital del Virreinato del Río de la Plata.

Cuando los ingleses invadieron Buenos Aires en 1806 y 1807, Cornelio Saavedra comandó el Cuerpo de Patricios, que tuvo destacada actuación en la expulsión de los agresores. Con sus milicias apoyó el gobierno de Santiago Liniers, un francés cercano a los intereses criollos. Siguió al mando de sus tropas durante el régimen de virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, nombrado por la Junta Central de Sevilla, en el contexto de la Invasión Napoleónica en España.

Soldado del Cuerpo de Patricios de Buenos Aires.
Foto: Johanes Duarte 2010 (Flickr).


Las políticas anticriollas del virrey Hidalgo de Cisneros y la crisis de la monarquía española propiciaron una gran conspiración bonaerense donde Cornelio Saavedra tuvo un rol protagónico. En mayo de 1810, encabezó la revolución que derrocó al virrey español y presidió la Primera Junta de Gobierno. Este fue el primer régimen de Argentina independiente.

A pesar de la enorme popularidad de Saavedra, en los meses siguientes se ganó un creciente número de opositores, quienes, encabezados por Mariano Moreno, lo acusaban de obstaculizar reformas económicas y sociales favorables al pueblo. Por otro lado, los realistas de Montevideo, Paraguay y el Alto Perú le asestaron duros golpes militares. A mediados de 1811, fue derrocado por los morenistas y se retiró a Mendoza, para luego exiliarse en Chile. Regresó en 1815 y tres años después fue rehabilitado. En la década de 1820 escribió Memoria autógrafa, donde explica su versión sobre la Revolución de Mayo de 1810. Falleció en Buenos Aires, el 29 de marzo de 1829.

Monumento a Cornelio Saavedra en Buenos Aires.
Foto: Yoargentino (Flickr).