
Su verdadero nombre fue José Gabriel Condorcanqui Noguera, siendo sus padres don Miguel Condorcanqui y doña Rosa Noguera. Nació en Surimana (al sur del Cusco) en 1738. Por el lado paterno descendía de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, decapitado por el virrey Francisco de Toledo en 1572.
Estudió en el colegio de indios nobles San Francisco de Borja del Cusco, donde tuvo maestros jesuitas. Heredó los cacicazgos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, y a los 22 años se casó con Micaela Bastidas Puyucawa, con quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando.
Fue un hombre de considerable fortuna, especialmente por dedicarse al comercio y al arrieraje (transporte de mercancías en mulas). Se caracterizó por llevar con orgullo la sangre de los incas y por su solidaridad con los pobladores indígenas, denunciando la excesiva explotación que sufrían en las minas, obrajes y repartos mercantiles. Asímismo, protestó contra las reformas fiscales que implantó el visitador Antonio de Areche (aumento de tributos, alcabalas y aduanas) desde 1778.
Estudió en el colegio de indios nobles San Francisco de Borja del Cusco, donde tuvo maestros jesuitas. Heredó los cacicazgos de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, y a los 22 años se casó con Micaela Bastidas Puyucawa, con quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando.
Fue un hombre de considerable fortuna, especialmente por dedicarse al comercio y al arrieraje (transporte de mercancías en mulas). Se caracterizó por llevar con orgullo la sangre de los incas y por su solidaridad con los pobladores indígenas, denunciando la excesiva explotación que sufrían en las minas, obrajes y repartos mercantiles. Asímismo, protestó contra las reformas fiscales que implantó el visitador Antonio de Areche (aumento de tributos, alcabalas y aduanas) desde 1778.
La rebelión estalló en 1780, durante el gobierno del virrey Agustín de Jauregui.
Dibujo: Josué Maguiña.
En noviembre de 1780 inició una gran rebelión anticolonial ejecutando al corregidor de Tinta, Antonio de Arriaga. Empezó ganando la batalla de Sangarará, pero postergó demasiado su ataque al Cusco. Cuando intentó tomarla, en enero de 1781, fracasó rotundamente. Finalmente, las fuerzas enviadas por el virrey Agustín de Jáuregui lo derrotaron en la batalla de Checacupe, y lo capturaron en Langui. Murió descuartizado el 18 de mayo de 1781 en la Plaza de Armas del Cusco.
Monumento a Túpac Amaru II en el Panteón de los Próceres (Lima).
Foto: Sirobert Young (Flickr).