Las mallquis eran las momias de los antepasados que los incas rendían culto en el Cusco. El cuerpo embalsamado era tratado como si estuviera vivo, pues se creía que en su interior mantenía el camaquen (ánima o espíritu); incluso recibía alimento y lo sacaban a bailar durante las grandes fiestas de la Ciudad Imperial.
Pues se acaba de descubrir en la huaca Inkil Tambo, cerca a Sacsayhuaman,un templo utilizado como residencia de las momias, posiblemente de los Sapa Incas, que eran objeto de adoración durante el Tahuantinsuyo.
Leamos la noticia de la Agencía Andina, vía Pospost:
Incas rendían culto a momias de sus antepasados, según recientes hallazgos en Sacsayhuamán
Recientes trabajos de excavación a cargo del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco en el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán. Foto: ANDINA/Fernando Zora-Carvajal
Por Fernando Zora-Carvajal, corresponsal
Cusco, abr. 03 (ANDINA).- Recientes trabajos de excavación y puesta en valor a cargo del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco en el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán permitieron descubrir estructuras y recintos, que, según los especialistas, ayudan a develar aspectos de la religión inca como el culto a las momias de sus antepasados.
Pues se acaba de descubrir en la huaca Inkil Tambo, cerca a Sacsayhuaman,un templo utilizado como residencia de las momias, posiblemente de los Sapa Incas, que eran objeto de adoración durante el Tahuantinsuyo.
Leamos la noticia de la Agencía Andina, vía Pospost:
Incas rendían culto a momias de sus antepasados, según recientes hallazgos en Sacsayhuamán
Recientes trabajos de excavación a cargo del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco en el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán. Foto: ANDINA/Fernando Zora-Carvajal
Por Fernando Zora-Carvajal, corresponsal
Cusco, abr. 03 (ANDINA).- Recientes trabajos de excavación y puesta en valor a cargo del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Cusco en el Parque Arqueológico de Sacsayhuamán permitieron descubrir estructuras y recintos, que, según los especialistas, ayudan a develar aspectos de la religión inca como el culto a las momias de sus antepasados.
Las labores se realizaron en la huaca Inkil Tambo, centro monumental inca registrado por el INC, que luego de varias décadas de su identificación ha sido objeto de una minuciosa excavación arqueológica y puesta en valor en los últimos ocho meses.
Se estima que este templo, conocido como Inca Cárcel (parte principal está compuesta por un conglomerado de grandes rocas con talladuras de recintos), fue utilizado como residencia de momias, figura sui generis al no ser un lugar de enterramiento ni un gran mausoleo.
Para Washington Camacho, jefe del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, “el lugar es un importante complejo y su función principal habría sido albergar a las momias de personajes o de algún monarca del Tahuantinsuyo, pues la roca madre tiene talladuras, entre ellas cinco nichos donde posiblemente colocaban los restos humanos”.
Explicó que la zona excavada representa sólo una parte del área principal o ceremonial del complejo, un cinco por ciento de un total de cinco hectáreas. “Todavía falta mucho por descubrir”, anotó.
Hasta el momento se ha encontrado alrededor de 50 mil fragmentos de cerámica netamente inca que está en proceso de estudios, a fin de identificar cuáles son ceremoniales y cuáles de uso doméstico.
Las excavaciones se hicieron en los alrededores de la roca principal, ubicada debajo de una plaza ceremonial y en medio de andenes situados en sus lados norte y sur.
Se ha encontrado tres recintos en la parte superior adosados a la roca principal y otros dos recintos grandes en la parte inferior oeste; asimismo pasajes, escalinatas y una compleja red de canales de agua.
Falta excavar aproximadamente el 95 por ciento del complejo arqueológico de Inkil Tambo, área compuesta de un importante grupo de andenes, entre ellos varios de forma piramidal, ubicado en la base de la zona ceremonial descubierta.
También falta intervenir dos plazas o explanadas: una rectangular y otra de forma semilunar, así como una compleja red de acueductos y de contextos funerarios.
Germán Zecenarro Benavente, en su libro Arquitectura arqueológica en la quebrada de Tambomachay, señala que hay referencias históricas de que algunas huacas eran destinadas para albergar las momias de los gobernantes incas fallecidos.
Para los trabajos de excavación, el INC-Cusco ha invertido 200 mil soles y este año se ha destinado otro presupuesto igual, sin embargo se necesitan 600 mil soles más para poder culminar el proceso de excavaciones de todo el complejo y otros diez millones para su puesta en valor. Se estima que el complejo estará listo en diez años.
Inkil Tambo se ubica en la microcuenca de Tambomachay, zona rural de la provincia de Cusco que está dentro del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán.
El lugar sufrió un atentado dinamitero en 1993 por un grupo de huaqueros que buscaba algún tesoro, asimismo hace tres años estudiantes de Lima realizaron pintas en la piedra principal.
Se estima que este templo, conocido como Inca Cárcel (parte principal está compuesta por un conglomerado de grandes rocas con talladuras de recintos), fue utilizado como residencia de momias, figura sui generis al no ser un lugar de enterramiento ni un gran mausoleo.
Para Washington Camacho, jefe del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán, “el lugar es un importante complejo y su función principal habría sido albergar a las momias de personajes o de algún monarca del Tahuantinsuyo, pues la roca madre tiene talladuras, entre ellas cinco nichos donde posiblemente colocaban los restos humanos”.
Explicó que la zona excavada representa sólo una parte del área principal o ceremonial del complejo, un cinco por ciento de un total de cinco hectáreas. “Todavía falta mucho por descubrir”, anotó.
Hasta el momento se ha encontrado alrededor de 50 mil fragmentos de cerámica netamente inca que está en proceso de estudios, a fin de identificar cuáles son ceremoniales y cuáles de uso doméstico.
Las excavaciones se hicieron en los alrededores de la roca principal, ubicada debajo de una plaza ceremonial y en medio de andenes situados en sus lados norte y sur.
Se ha encontrado tres recintos en la parte superior adosados a la roca principal y otros dos recintos grandes en la parte inferior oeste; asimismo pasajes, escalinatas y una compleja red de canales de agua.
Falta excavar aproximadamente el 95 por ciento del complejo arqueológico de Inkil Tambo, área compuesta de un importante grupo de andenes, entre ellos varios de forma piramidal, ubicado en la base de la zona ceremonial descubierta.
También falta intervenir dos plazas o explanadas: una rectangular y otra de forma semilunar, así como una compleja red de acueductos y de contextos funerarios.
Germán Zecenarro Benavente, en su libro Arquitectura arqueológica en la quebrada de Tambomachay, señala que hay referencias históricas de que algunas huacas eran destinadas para albergar las momias de los gobernantes incas fallecidos.
Para los trabajos de excavación, el INC-Cusco ha invertido 200 mil soles y este año se ha destinado otro presupuesto igual, sin embargo se necesitan 600 mil soles más para poder culminar el proceso de excavaciones de todo el complejo y otros diez millones para su puesta en valor. Se estima que el complejo estará listo en diez años.
Inkil Tambo se ubica en la microcuenca de Tambomachay, zona rural de la provincia de Cusco que está dentro del Parque Arqueológico de Sacsayhuamán.
El lugar sufrió un atentado dinamitero en 1993 por un grupo de huaqueros que buscaba algún tesoro, asimismo hace tres años estudiantes de Lima realizaron pintas en la piedra principal.