2 ago 2010

CARTA DE MIGUEL GRAU A EZEQUIEL OTOYA

Carta de Miguel Grau a Ezequiel Otoya
(28 de setiembre de 1879)



Por cortesía del investigador Renzo Babilonia, autor del reciente libro Recuerdos de una Guerra. Fotografías, ilustraciones y correspondencia personal en torno a la Guerra del Pacífico, tenemos aquí (en calidad de primicia para el ciberespacio) la última carta enviada por don Miguel Grau Seminario, famoso marino y héroe peruano del siglo XIX, a su gran amigo y colega Ezequiel Otoya. La misiva fue escrita once días antes del Combate de Angamos (8-10-1879), donde Grau se enfrentó a la escuadra chilena en el marco de la Guerra del Salitre (1879-1883). Esta y otras epístolas fueron conservadas por varias generaciones de la familia Wiese-Otoya, y fueron publicadas por Renzo Babilonia en la mencionada obra gracias a su actual propietario Gonzalo Vizcardo Wiese.

ÚLTIMA CARTA DE MIGUEL GRAU A
EZEQUIEL OTOYA, ESCRITA DOS SEMANAS
ANTES DEL COMBATE DE ANGAMOS.


Monitor Huáscar
Arica Setiembre 28 de 1879

Muy querido amigo

Tengo a la vista tu favorecida del 20 del mes en curso, cuyo contenido me ha proporcionado el gusto de saber que habias hecho tu espedición a Mollendo sin novedad, y que tu familia disfrutaba a Dios gracias de completa salud. Dignate saludar a Rosalia, lo mismo que a tus suegros.

Desde mi última espedición (sic) al Sur, el mes pasado, no he vuelto a emprender otra. En dias pasados sali encargando al “Chalaco” con objeto de traer una divición (sic) de Pacocha, parte de la cual acabamos de dejar en Iquique anoche. Todavía ignoramos cual sera el nuevo plan de campaña que adopte Chile con toda su escuadra ya reparada. Hasta que no se conosca (sic) algo de esto, no me parece prudente iniciar con este buque una nueva escursión.

Te agradesco mucho la felicitación que me das con tu cordial sinceridad por el resultado del Combate de Antofagasta. Siento no más que no hayas estado presente en él. De una manera reservada te diré, que he resuelto quedarme de simple Comdt. del “Huáscar” para evitarme un millón de molestias que me traeria consigo un nuevo Jefe que no fuera de toda mi confianza. Mas tarde te contaré lo que ha habido sobre el particular. Al cuidado del capitan van dos barriletas de aceitunas, una de ellas el que está rotúlado a mi, se lo mandas a mi mujer, y el otro donde la Sra. del señor J. Tavara. Perdona que te dé tantas molestias.

Voy a aprovechar la salida del vapor aleman, que ha llegado un rato antes que nosotros para dirigirte ésta que llegará (texto tachado) dias antes que la de la carrera. También van los barrilitos.

Saluda a Dn. Antonio, lo mismo que a Tizon y demás amigos. Un cariño a las niñas y tu cree siempre en el verdadero afecto que te profesa tu mejor amigo y SS.

Miguel Grau

Sor. Dn. E. Otoya

Sd.
Dolores te está muy reconocida por la frecuencia con que vas a verla y avisarle cuando sales. Tavara, Reyes y demas amigos corresponden tus recuerdos.

31 jul 2010

JUICIO Y MUERTE DE ATAHUALPA

Pintura de Juan Lepiani.

Juicio y muerte de Atahualpa
Texto: Freddy Gómez

Francisco Pizarro y cerca de 170 españoles capturaron al Sapa Inca Atahualpa el 16 de noviembre de 1532 en la ciudad de Cajamarca. Lo encerraron en un aposento llamado Amaruhuasi (“Casa de la Serpiente”), después conocido como el “Cuarto del Rescate”. Enterado de la avidez de los barbudos por los metales preciosos, Atahualpa ofreció llenar su prisión con objetos de oro, y dos recintos similares con pura plata hasta la altura donde alcance su mano. Los codiciosos cristianos prometieron dejarlo en libertad apenas se junte el fabuloso tesoro.

A comienzos de 1533 empezaron a llegar a Cajamarca muchos indios cargueros y camélidos con preciosas estatuas de plantas, animales y personas de oro y plata. También ollas, vasijas, máscaras, cuchillos y variados ornamentos dorados y plateados. Para acelerar el reparto del botín Francisco Pizarro envío expediciones hacia el Cusco y Pachacámac. A mediados de febrero de 1533, llegó Diego de Almagro con 150 hombres de a pie y 50 de a caballo.

La llegada de su socio Diego de Almagro hizo pensar a Francisco Pizarro que ya contaba con la fuerza militar suficiente para marchar rumbo al Cusco, pero no sabía qué hacer con el Sapa Inca cuando cumpla con el rescate ofrecido. Algunos (Almagro, Valverde y Felipillo) opinaban que debían darle muerte; otros (Hernando Pizarro y Hernando de Soto) proponían enviarlo a España para que el Emperador Carlos V decida. Por su parte, los indios huascaristas apoyaban a los primeros.

En la quincena de junio de 1533, los españoles dieron por cumplida la oferta de Atahualpa y el día 18 se hizo el esperado reparto, tocándole la mayor parte del botín (1 326 599 pesos) a Pizarro y los soldados que estuvieron en la captura de Atahualpa. Almagro y su gente solo recibieron una pequeña cuota de gracia (20 000 pesos), por lo que insistían en matar al Sapa Inca y emprender la marcha al Cusco de una vez.

Atahualpa, entonces exigió su libertad, pero Francisco Pizarro lo retuvo acusándolo de haber mandado reunir tropas para atacar a los cristianos. Esto era una calumnia de Felipillo y los huscaristas, pero sirvió de pretexto para hacer una “parodia de juicio” y condenar a muerte al rey cautivo. El “tribunal” estuvo presidido por Francisco Pizarro y los cargos contra Atahualpa fueron doce, siendo los principales: haber usurpado el poder, matar a Huáscar y planificar una rebelión contra los españoles. Como no se había hecho cristiano, lo sentenciaron a morir quemado vivo.

El 26 de julio de 1533, en la Plaza de Cajamarca se preparaba la hoguera cuando el fraile Vicente Valverde logró que Atahualpa acepte bautizarse prometiéndole conmutarle la pena de hoguera por la del garrote. El Sapa Inca fue nombrado Francisco, en honor a su padrino, el Gobernador. El mismo día, antes de morir estrangulado, ofreció el triple del oro y la plata que ya había entregado si le daban más tiempo, pero ni aún así logró evitar su ejecución. Los españoles sabían que matando a Atahualpa se aseguraban la fidelidad de los huascaristas, quienes prometían todo su apoyo para el ansiado viaje al Cusco. Continúa aquí >>

30 jul 2010

NUEVO LIBRO DE RENZO BABILONIA

Portada del libro "Recuerdos de una Guerra" de Renzo Babilonia.


Nuevo libro de Renzo Babilonia


Este domingo 1 de agosto (3.00 pm) el destacado investigador Renzo Babilonia presentará el libro "Recuerdos de una Guerra. Fotografías, ilustraciones y correspondencia personal en torno a la Guerra del Pacífico" en la Feria Internacional del Libro de Lima (Parque de los Próceres, Jesús María). La obra, publicada por el Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos, presenta 20 cartas escritas por Miguel Grau y su gran amigo Ezequiel Otoya, segundo en el mando del monitor Huáscar al inicio de la Guerra del Salitre (1879). Es de resaltar que las epístolas hasta hoy fueron privadas y en ellas se comentan con crudeza importantes hechos de la también llamada Guerra del Pacífico. Además, El libro contiene muchas fotografías y grabados inéditos del conflictó que desangró nuestra patria a fines del siglo XIX.